Osé Lita, que fue trasladado a la India cuando tenía 2 años con el consentimiento de sus padres, es considerado por los budistas tibetanos como la reencarnación del lama Tuptén Yetsé.

A su llegada, aseguró que echaba de menos sus juegos infantiles y que su modo de vida actual en un monasterio hindú "es un poco pesado".

"Me levanto por la mañana;hago mis oraciones y luego voy a desayunar; tomo rápido el desayuno; tengo un descanso y empiezo el estudio", explicó el joven lama, que actualmente tiene problemas para hablar el español correctamente.

Osé es el primer lama de nuestro país, reconocido como maestro por los budistas tibetanos. En el monasterio universitario de Sera, el joven está sometido a una disciplina especial más ferrea que el resto de los compañeros de su edad.

Sus maestros han trabajado los pasados seis años para que recupereen su mente todas las cualidades del fallecido Yetsé, antes de iniciar un apredizaje autodidacta en la filosofía tibetana.