Cambio climático
El Niño comenzó a alterar el clima hace al menos 250 millones de años
- Según un estudio
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El fenómeno climático El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), que suele cambiar los patrones de temperaturas y precipitaciones en muchas partes del mundo, no es moderno porque ya estuvo presente hace al menos 250 millones de años y a menudo tenía una mayor magnitud que los episodios actuales.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por equipo internacional de una quincena de investigadores y publicado este lunes en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.
El Niño es un fenómeno natural que se produce por la interacción entre el océano y la atmósfera en las zonas oriental y central del Pacífico ecuatorial, lo que eleva la temperatura superficial del agua en esta parte del planeta y cambia los patrones climáticos extremos en todo el mundo, sobre todo en las regiones tropicales de África, Asia, Oceanía y América Latina, más vulnerables a los peligros naturales.
Suele desencadenar temperaturas más altas en algunas zonas y lluvias abundantes en otras, con las consiguientes inundaciones, sequías prolongadas con pérdidas de cultivos y más enfermedades y muertes de personas y animales. Tras cada episodio de El Niño suele llegar uno de La Niña, que es la fase fría, aunque no siempre es así.
Los cambios de temperatura vinculados a ENOS fueron más intensos en el pasado y ocurrieron incluso cuando los continentes estaban en lugares diferentes a los actuales.
"En cada experimento, vemos un fenómeno activo de El Niño-Oscilación del Sur, y casi siempre es más fuerte que lo que tenemos ahora, algunos mucho más fuertes, algunos ligeramente más fuertes", apunta Shineng Hu, de la Escuela de Medio Ambiente Nicholas de la Universidad Duke (Estados Unidos).
‘FRAMENTOS’ DE 10 MILLONES DE AÑOS
Los investigadores utilizaron la misma herramienta de modelado climático utilizada por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) para intentar proyectar el cambio climático hacia el futuro, excepto que la ejecutaron al revés para analizar el pasado remoto.
La simulación fue tan intensa en términos informáticos que los investigadores no pudieron modelar cada año de forma continua desde hace 250 millones de años. En lugar de eso, hicieron ‘fragmentos’ de 10 millones de años, es decir, examinaron un total de 26.
"Los experimentos con modelos se vieron influenciados por diferentes condiciones límite, como una distribución diferente de la tierra y el mar (con los continentes en diferentes lugares), diferente radiación solar y diferente CO2", apunta Hu.
Este investigador añade: “En el pasado, la radiación solar que llegaba a la Tierra era aproximadamente un 2% menor que en la actualidad, pero el CO2 que calienta el planeta era mucho más abundante, lo que hacía que la atmósfera y los océanos fueran mucho más cálidos que en la actualidad”.
En el periodo Mezozoico, hace 250 millones de años, América del Sur era la parte media del supercontinente Pangea, y la oscilación se produjo en el océano Pantalásico, al oeste.
‘RUIDO ATMOSFÉRICO’
El estudio muestra que las dos variables más importantes en la magnitud histórica de El Niño o La Niña parecen ser la estructura térmica del océano y el ‘ruido atmosférico’ de los vientos de la superficie del océano. Investigaciones anteriores se centraron principalmente en las temperaturas oceánicas, pero prestaron menos atención a los vientos de superficie.
Hu comparó El Niño-Oscilación del Sur con un péndulo. "El ruido atmosférico, los vientos, pueden actuar como un golpe aleatorio sobre este péndulo. Hemos descubierto que ambos factores son importantes para entender por qué El Niño fue mucho más fuerte que lo que tenemos ahora", indica.
(SERVIMEDIA)
21 Oct 2024
MGR/clc