Según explicó Ameijide, la intervención del Ejército posee "carácter excepcional, dadas las circunstancias que concurren en este caso y para objetivos concretos y determinados, coo es el potenciar todavía más, si cabe, las batidas en extensión y en intensidad de la zona boscosa o de la zona forestal".

Eduardo Ameijibe reconoció también que, respecto al posible estado de salud del niño, que ha tenido que afrontar numerosas tormentas y temperaturas nocturnas bajas, únicamente equipado con pantalones cortos y con camiseta de verano y sin agua ni alimento alguno, "hay que ser realistas, dado el tiempo transcurrido".

José Joaquín Ayete desapareció a primeras horas de la tarde el miércoles, cuando, junto a un grupo integrado por otros quince niños y cuatro monitores, regresaba de una excursión a las faldas del pico Bachimala, de 3.000 metros de altura.

El pequeño y sus compañeros permanecían desde el pasado 15 de julio en un campamento organizado por el Club Venecia Aire Libre, instalado a unos quinientos metros del refugio de Viados, desde donde ahora se supervisan las tareas de búsqueda, y a poco más de 14 kilómetros de las localidades de Gistaín y Plan.