Los compañeros de la víctima, tres chicas y un chico, explicaron a la policía que no era la primera vez que practicaban este juego, consistente en ponerse de espaldas al tren y aguantar el máximo posible antes de apartarse de la vía.

Vecinos de la zona también coincidieron en esta misma vrsión, al asegurar que otros grupos de jóvenes también realizan estos juegos en un antiguo paso a nivel situado en la carretera de Gerona a Santa Coloma.

Los amigos de Daniel Martínez admitieron que el mismo día del accidente ya habían "desafiado" la llegada de otro tren que se dirigía a Figueres (Gerona).

El conductor del Talgo que arrolló al chico pudo ver que había dos jóvenes en medio de la vía y que tres chicas estaban a un lado, aunque no tuvo tiempo de frenar. El amigo de Daniel, sin embaro, pudo saltar a tiempo y librarse del atropello.

Las mismas fuentes indicaron que en Gerona existen otros grupos de menores que van periódicamente a este paso a nivel a practicar juegos arriesgados, que incluyen desde poner piedras o monedas en los raíles hasta ponerse ellos mismos o escuchar con la cabeza apoyada en el rail la llegada del tren a lo lejos.