El suceso ocurrió sobre las once de la mañana del pasado miércoles cuando una mujer de raza gitana, acompañada por tres niños de corta edad, entró en la joyería Jamen, en la que se encontraba un cliente habitual.

La mujer que llevaba a los niños compró unos pendientes por los que pagó 10.00 pesetas y pidió al propietario de la tienda que le acompañara a la calle porque quería ver otro juego que había en el escaparate.

Una vez que l mujer y el dueño de establecimiento se encontraban en el exterior, uno de los niños distrajo a la mujer que estaba en el interior de la tienda, mientras un segundo niño vaciaba la caja fuerte, que se encontraba abierta.

Tanto la mujer como los niños se dieron a la fuga en una furgoneta marca Ford color Blanco que esperaba en una calle próxima, conducida por un hombre también de raza gitana.