NINGUN PRESO ETARRA HA PEDIDO LA REINSERCION, A LA ESPERA DE UNA POSIBLE MEDIDA GENERAL DE GRACIA POR PARTE DEL GOBIERNO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Ninguno de los presos de ETA que actualmente cumplen condena en prisión por cometer atentados y olaborar con la banda terrorista ha dado un solo paso hacia su reinserción desde la declaración de la tregua, a la espera de la evolución del proceso de paz y una posible medida de gracia por parte del Gobierno, según informaron a Servimedia fuentes de la lucha antiterrorista.
En los meses que se han cumplido desde la tregua declarada por ETA, el pasado mes de septiembre, no ha habido un solo preso etarra que haya expresado su voluntad de rechazar la violencia y, por tanto, su disposición a acogerse alas medidas previstas de reinserción, según las citadas fuentes.
En la actualidad, las prisiones españolas acogen a un total de 439 presos de ETA -según datos de la semana pasada-, a los que hay que sumar una veintena que se encuentran disfrutando de tercer grado, es decir, que están en libertad aunque tienen que pernoctar en la cárcel. Estos últimos son aquellos miembros de la banda que manifestaron públicamente su voluntad de no volver a la lucha armada.
De acuerdo con las fuentes consultadas pr esta agencia, el proceso de reinserción de presos de ETA, que alcanzaba su máxima expresión con posterioridad a la comisión de violentos atentados etarras -como en el caso del concejal de Ermua Miguel Angel Blanco- quedó interrumpido bruscamente tras la declaración de la tregua.
Los observadores consultados interpretan este hecho desde el punto de vista individual, ya que aquellos terroristas presos que renuncian a la violencia y se someten a los programas de reinserción -por otra parte previstos paa el conjunto de la población reclusa- son automáticamente rechazados por ETA, su entorno y familiares, que les consideran "traidores" por este motivo.
CUMPLIMIENTO ESTRICTO
En este momento, a excepción de la veintena de presos de ETA que cumplen condena en tercer grado penitenciario, ningún otro está a las puertas de obtener esa condición en el cumplimiento estricto de la legislación penitenciaria vigente, según las citadas fuentes.
Para disfrutar del tercer grado y, posteriormente del cuarto,que significa la libertad condicional -sin pernoctar en la cárcel- el preso debe acumular una serie de condiciones previas, entre las cuales destacan un informe favorable del juez de vigilancia penitenciaria y del equipo de profesionales que realiza un seguimiento continuo al preso, la voluntad de éste de no volver a delinquir en el futuro y el cumplimiento de las tres cuartas partes de su condena.
Las fuentes consultadas se refirieron también a la permanente denuncia de Gestoras Pro-Amnistía en relacón a que una buena parte del colectivo etarra de reclusos ya ha cumplido tres cuartas partes de su pena.
En este sentido, recuerdan que ése, aun siendo un requisito indispensable, no es el único y debe sumarse, por tanto, a otros condicionantes como la voluntad expresa del preso a renunciar a todo tipo de violencia y la decisión de la Administración de considerar viable esa reinserción.
(SERVIMEDIA)
25 Jun 1999
L