La autopsia practicada ayer demostró la existencia de tierra en los pulmones de la pequeña y la propia madre reconoció que aún respiraba cuando la enterraron en un solar cercano a su domicilio.

El padre de la pequeña, Pedro Alexandre Pereira, de 19 años, ingresó ayer en la prisión de Vigo por orden judicial, acusado de un delito de infanticidio.

La madre, María Magdalena Martínez, de 20 años y embarazada de cinco meses, fue trasladada a la cárcel de Pereiro de Aguiar, en Orense, acusada el mismo delito.

La joven ingresó en la prisión de Orense al no existir en la provincia de Pontevedra un centro de reclusión de mujeres, tras el reciente cierre de "La Parda".

Según las primeras investigaciones, Pedro Alexandre Pereira mantuvo una fuerte discusión con su mujer, al creer que no era el verdadero padre de la niña. Finalmente, ambos decidieron matar a ésta y, tras intentarlo en el propio domicilio, la enterraron en un solar cuando aún estaba viva.

El matrimonio acudió posteriormnte a diversos medios de comunicación y a la policía para denunciar la desaparición de su hija, e incluso llegaron a culpar a algún vecino de la barriada de Santo Tomé de Freixeiro, donde vivían.

Sin embargo, la actitud tranquila de la madre hizo sospechar a los funcionarios policiales, por lo que interrogaron a la pareja, que acabó confesando el crimen.