El estudio reveló que los niños cuyas madres fumadoras los alimentaban con leche materna tenían 10 veces más cotinina en su orina que los alimentados con biberón. La cotinina, de la que no se conocen ningún efecto dañino, es una sustancia producida por el cuerpo en reacción a la nicotina. "Este estudio ilustra la importancia de conseguir que las madres no fumen ni durante la lactancia ni cuando están criando a sus hijos", señaló Maria Mascola, autora del estudio.

De los 330 niños analizados en el estudio, los hijos de madres no fumadoras, pero con algún otro miembro de la familia fumando en la casa, también tenían cotinina en la orina.

A pesar de que el estudio se ha realizado a lo largo de diez años, los científicos aún necesitan más investigación para intentar dilucidar qué eecto exactamente tiene la nicotina en los recién nacidos.