"Lo que han rehuido un poco (desde el Ejecutivo) es la imposición de un acuerdo global en todo, cosa que francamente es difícil si se quiere conseguir un acerdo entre empresarios, trabajadores y Gobierno. En el PSOE hubo la equivocación aquella, sobre todo de Carlos Solchaga, de pretender un acuerdo de todos para todos. Eso es materialmente imposible", señaló.

Redondo indicó que las relaciones sindicales con el Ejecutivo son ahora más fluidas. En su opinión, el anterior Gobierno "hizo unos profundos recortes de tipo social (...) Esto creó una relación muy tensa que, al final, era un enfrentamiento".