NICOLAS GRIMALDI: AHORA NADIE ADMITE HABERSE EQUIVOCADO CON EL COMUNISMO

PAMPLONA
SERVIMEDIA

"No hay nadie que actualmente confiese haberse equivocado con el comunismo, cuando hace vente años uno casi tenía que justificarse por no compartir esta ideología", manifestó en Pamplona el catedrático de Filosofía de la Universidad de La Sorbona Nicolás Grimaldi.

En el transcurso de los XIII Encuentros sobre Filosofía y su Enseñanza, que actualmente se desarrollan en la Universidad de Navarra, Grimaldi señaló que los acontecimientos que vive en estos momentos la URSS están conmoviendo al mundo, "no sólo por la rapidez de los hechos, sino también por la importancia que supone acabar con unsistema que ha durado casi un siglo".

"No hay nada claro políticamente, porque estamos en un período constituyente del que desconocemos los resultados. Es necesario que la situación cristalice para poder ver qué se ha generado" afirmó el catedrático.

Según el filosófo francés, "la tiranía provoca desesperanza, pero cuando llegan las reformas, lo posible se despierta y entonces cada uno quiere lo máximo".

"La juventud rusa deseaba la libertad que veían en las películas occidentales. Pensaban ue la economía de mercado iba a traerles toda clase de productos de consumo, por lo que su ideal era salir del comunismo, pero el problema vendrá después, cuando tengan que plantearse qué es lo que realmente quieren", añadió Grimaldi.

"Desde el comienzo de la 'perestroika', el desmantelamiento de los países comunistas vino rodado", dijo el filósofo, "pero aún existen algunos que se resisten a admitir esta caída".

En opinión del catedrático de La Sorbona, los regímenes socialistas que aún sobrevivn están sometidos a una doble tensión: por un lado, la ideología, y por otro, la exigencia de la economía, que será la determinante.

Grimaldi explicó que si Fidel Castro siguiera la línea de Mijaíl Gorbachov, haría falta que renunciase a todo lo que fue el sentido de su historia, y "por ello se comprende que no acepte el cambio ideológico".

"Sin embargo, será el peso de la economía el que decida el futuro de Cuba, ya que no puede vivir sin la ayuda de la URSS y, además, es muy posible que la juvetud cubana deje pronto de ser castrista", concluyó el filósofo.

(SERVIMEDIA)
31 Ago 1991
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