Blanco hizo estas afirmaciones en el acto inaugural de la XXI Reunión del Consejo Directivo del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, un foro en el que 21 países del área iberoamericana debaten sobre la reforma del sector público.

El ministro venezolano expresó el convencimiento de que las políticas neoliberales son una amenaza para la democracia en Latinoamérica, al imponer un rigor económico que sólo puede ser sostenido mediante gobiernos autoritarios.

A su jicio, los gobiernos de Latinoamérica no deben incurrir en el paternalismo subvencionador, pero tampoco en la exaltación del neoliberalismo, porque conduce a la disminución de la competitividad y la desintegración social.

Blanco aseguró que América Latina atraviesa la mayor crisis económica y social del siglo, como consecuencia del peso de la deuda externa, que ha provocado "la multiplicación del número de familias por debajo del umbral de la pobreza".

En su opinión, los Gobiernos latinoamericanosno deben ser ciegos a los dramas sociales de sus países, aunque han de concentrarse, si quieren ser eficaces, en la realización de tareas estratégicas.

La reforma del Estado, añadió, implica la "redistribución del poder a favor de la ciudadanía" con el propósito de "hacer más eficiencia la democracia y democratizar la eficiencia".