Fuentes próximas a altos cargos que negociaron en nombre del Gobierno que presidía Felipe González señalaron a Servimedia que la repetición del acuerdo PSC-ERC-ICV puede mandar un mensaje positivo al entorno etarra sobre el futuro de los actuales contactos.

Las fuentes consultadas explicaron, en este sentido, que también es significativa la vuelta al Ejecutivo catalán del líder de ERC, Josep Lluis Carod-Rovira, que se entrevistó enero de 2004 en Perpiñán (Francia) con la cúpula de la banda terrorista.

Esta reedición del "tripartito", según los negociadores de Argel consultados, puede llevar a la ilegalizada Batasuna a pensar que este esquema catalán puede trasladarse al País Vasco o Navarra si el partido de Arnaldo Otegi regulariza su situación.

Por otra parte, los representantes del Ejecutivo en la conversaciones con ETA de 1989 entienden que el actual proceso es más sólido, ya que dan por hecho la voluntad de la organización criminal de dejar las armas.

Al mismo tiempo, las fuentes citadas apuntan que otro factor en el que difieren esta negociación y la de Argel es que el actual presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, impulsa personalmente este proceso, algo que no sucedió con González

En todo caso, estos representantes en los contactos de 1989 entienden que la situación de incertidumbre actual no puede prolongarse mucho tiempo, ya que perjudica los intereses de Zapatero y su propósito de llevar adelante esta negociación.

Los contactos de Argel tuvieron un punto de partida oficial con la tregua declarada el 8 de enero de 1989 por ETA, suspensión de actividades que la banda terrorista prolongó a finales de ese mismo mes y al término de marzo.

Las negociaciones que como consecuencia de esta tregua se celebraron en el norte de África no fructificaron, algo que llevó a la banda criminal a anunciar el fin de la tregua el 4 de abril.