Armendáriz citó a Shintaku para analizar la situación de los trabajadores de la planta una vez que la multinacional anunciara el cierre de esta factoría, que cuenta con 177 empleos.

El consejero navarro solicitó el mantenimiento de la mayor actividad productiva posible mientras se gestiona, con el apoyo de la Administración Foral, un nuevo proyecto industrial para la planta ribera.

Según fuentes de la Comunidad Foral, el presidente de Sanyo España se ha mostrado receptivo ante la iniciativa planteada por el Gobierno de Navarra y ha ofrecido su compromiso de analizarla con detenimiento.

"Esta nueva actividad industrial", en la que trabajan las autoridades navarras, "podrá estar vinculada con la multinacional japonesa o con un tercero, pero el objetivo final es crear empleo en las naves que hoy ocupa Sanyo en Tudela", señaló el consejero.