En el ejercicio citado, la Comunidad de Navarra efectuó un gasto de 599.722 pesetas por habitante, el indicador más fiable para medir el poder presupuestario de una autonomía, al eliminar las distorsiones derivadas de las diferencias de población.

En el extremo opuesto se situó Madrid, con un gasto autonómico por habitante de 111.845 pesetas, nivel que presumiblmente habrá elevado sustancialmente en posteriores ejercicios al asumir la comunidad nuevas competencias, como las educativas, que arrastran un gran nivel de gasto.

La segunda comunidad con mayor gasto por habitante es Euskadi, que totalizó 353.309 pesetas per capita. Euskadi y Navarra son las dos únicas comunidades que están fuera del régimen fiscal común, aunque con sus peculiaridades particulares cada una.

En tercer lugar figura Andalucía, con un gasto por habitante de 340.573 pesetas, seguidade Galicia y Cataluña. Estas tres comunidades accedieron a la autonomía por la vía rápida del artículo 151 de la Constitución.

Asimismo, el informe de Administraciones Públicas pone de relieve que el gasto público consolidado de la Comunidad de Navarra supuso el 24,6% de su PIB regional, lo que, también por este indicador, le sitúa a la cabeza dentro del mapa autonómico, por delante de Andalucía (22,3), Galicia (18,73%), Extremadura (15,44%), Euskadi (14,52%), Castilla-La Mancha (13,98%) y Comunidad Vlenciana (12,34%).