Estos nuevos centros n podrán ser considerados centros de trabajo, centros de educación especial ni centros especiales de empleo, sino que están destinados a prestar a sus usuarios servicios de terapia ocupacional, ajuste personal y social (elaboración, seguimiento y evaluación de un programa de intervención individualizado), capacitación prelaboral y, opcionalmente, servicio de comedor y transporte.

El objeto que persiguen los centros ocupacionales de inserción los distingue de los centros ocupacionales para disminuidos fsicos y psíquicos que ya funcionan actualmente y a los que no afecta este decreto foral.

La norma establece que cada centro ocupacional de inserción no podrá atender a más de 50 personas y que éstas podrán recibir una gratificación económica por la labor que realicen, pago que será complementario al de la renta básica, sin que entre ambos ingresos se pueda superar el salario mínimo interprofesional.

El Gobierno navarro ha presupuestado 285 millones de pesetas para fomentar este tipo de centros enre el año 1999 y el 2005, sin descartar la creación de una fundación que gestione e impulse centros ocupacionales de inserción por toda Navarra.