Sanz realizó estas declaraciones en el Palacio de Navarra tras el atentado de ETA en la localidad vizcaína de Arrigorriaga, y que causó la muerte al inspector del Cuerpo Nacional de Policía, Eduardo Puelles García.

El presidente navarro aseguró que este atentado "implica el desprecio más evidente al derecho a la vida" y que al tener como víctima a un servidor de las instituciones y de la ley, "pretende anular la capacidad de decisión democrática y eliminar la libertad, esencia de nuestra vida ciudadana".

El Gobierno de Navarra se solidarizó con los familiares del fallecido y mostró su apoyo y disposición al Gobierno vasco y al lehendakari Patxi López, así como al Cuerpo Nacional de Policía y a las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Sanz manifestó su "decidida convicción de proseguir el camino común en libertad, sin ceder a los chantajes, amenazas y actos terroristas de la banda asesina ETA". Asimismo, invitó a todos los ciudadanos a manifestar públicamente su "condena tajante" de la violencia y su repulsa hacia "quienes la practican, la apoyan, la justifican o se sirvan de ella esgrimiendo argumentos políticos que el conjunto de la sociedad rechaza".

Al término de su declaración, Sanz anunció la suspensión del encuentro previsto con el lehendakari en Pamplona para este sábado 20 de junio, "con el fin de poder participar en los actos de condena que se convoquen tanto en el País Vasco como en Navarra".

Esta tarde, el presidente navarro se desplazará a Vizcaya para visitar la capilla ardiente del inspector Puelles. Por otra parte, está previsto que una representación del Gobierno de Navarra participe mañana sábado en la manifestación de repulsa que se celebrará a las 18 horas en Bilbao.