La esposa del cantanta Raphael se dirige a su sobrina diciéndole: "A ti, Marta, como a tantas otras personas en tu situación, te han pueso una etiqueta distinta a la que te corresponde. Han fabricado un personaje a su antojo y te han colocado en un gran escaparate, en una picota muy alta para poderte derribar mejor, para que te hagas añicos al caer".

"Prohibido salir con esta o aquella persona, ir al teatro o al cine, cenar o charlar, bailar o tomar el sol en una playa... La cámara y el teleobjetivo te acompañarán, fidelísimos, hagas lo que hagas o estés donde estés", y todo ello, según Natalia Figueroa, debido a la envidia.

"Con a envidia tenemos que cargar. Pero nos negamos a convivir con la mentira. Basta ya. Basta de una vez por todas a la falta de información, a la falta de rigor, a la falta de verdad. Basta ya a la existencia de este lamentable estilo periodístico que no merece el nombre de periodismo porque ofende a los verdaderos profesionales", agrega la misiva.

La autora de la carta critica el hecho de que desde hace ocho años hay fotógrafos apostados en la casa de Marta Chávarri y que esos mismos periodistas que le cosan son los que luego preguntan "¿pero quién es Marta Chávarri?". "Es quien vosotros habéis querido que sea, la que vosotros habéis hecho", responde Natalia Figueroa, que concluye su carta definiendo a su sobrina como "un estupendo ser humano" a quien han puesto una "etiqueta absurda". "Pero es la que vende", agrega.