INCENDIOS

NARBONA ASEGURA QUE NINGÚN MEDIO DE EXTINCIÓN HUBIERA DETENIDO LA "OLA DE FUEGO" QUE CAUSÓ LAS 11 MUERTES

- Afirma que son las comunidades autónomas las que dirigen la extinción, pese a la implicación de medios estatales

MADRID
SERVIMEDIA

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró hoy en el Congreso de los Diputados que ningún medio de extinción de incendios hubiera podido detener "la ola de fuego" que mató a once de los miembros del retén que trataba de sofocar el de Guadalajara.

En su comparecencia ante la Comisión de Medio Ambiente, Narbona expuso con detalle la cronología de la comunicación "permanente" entre la administración central y la autonómica y la relación de medios que su ministerio y otros departamentos pusieron a disposición de Castilla-La Mancha.

Recordó que, desde comienzos de los años ochenta, las competencias de prevención y control de incendios son de las comunidades autónomas, aunque la Administración General del Estado se reserva medios aéreos.

Además, cuando el fuego adquiere "proporciones importantes" por su intensidad, extensión o por afectación de personas o bienes, se convierte en un problema de seguridad que desborda el interés autonómico y se encuadra en la protección civil recogida en el artículo 149 de la Constitución.

Con el actual reparto de competencias, explicó, sólo cuando el Ministerio de Interior decreta el máximo nivel de alerta, el 3, la dirección de las tareas de extinción corresponden en exclusiva al Estado, algo que en España nunca se ha declarado.

Los niveles de alerta 0, 1 y 2 son declarados por la comunidad autónoma, y a cada uno de ellos corresponde un diferente grado de "implicación" de medios estatales, que son, "en todo caso, utilizados bajo la dirección de la comunidad autónoma".

AVIONES ANFIBIOS

En la práctica, añadió, el Ministerio de Medio Ambiente colabora con los medios aéreos disponibles sin necesidad de declarar el nivel alerta 2, como se comprobó en Guadalajara, dijo, y en otros incendios.

El día 16 de julio, en el que Medio Ambiente intervino en 20 incendios que afectaron a 14 provincias, se tuvo conocimiento, a las 14:44 horas, del iniciado en Guadalajara, y a las 15:09 se dio orden de salida de un helicóptero de gran capacidad de descarga de agua.

A las 15:48 Castilla-La Mancha solicitó un avión anfibio, petición que fue atendida a las 16 horas con la salida de uno desde Torrejón, y le siguió otro desde Los Llanos que salió a las 16:11 horas después de otra petición de la comunidad autónoma.

Poco después, a las 17:24, Castilla-La Mancha solicitó una brigada helitransportada que salió desde Cuenca, y a los pocos minutos se desplazó también un avión de coordinación y observación.

El día siguiente, el 17 de julio, el ministerio atendió diversas peticiones de Castilla-La Mancha desde las 6:46 horas, enviando dos brigadas helitransportadas, un helicóptero de gran capacidad de descarga, cinco aviones anfibios, dos de carga desde tierra, y una unidad de meteorología y transmisiones.

19:20, LLEGAN LAS MUERTES

Fue a las 19:20, dijo, cuando el director general de Biodiversidad fue informado de la existencia de fallecidos. En pocos minutos fue ella quien supo la noticia, y la trasladó a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, "quien, por indicación del presidente, se trasladó inmediatamente" a la zona.

Poco antes, a las 19:15, Castilla-La Mancha había decidido elevar el nivel de alerta, aunque la ministra no precisó las implicaciones de ese incremento.

Sí explicó que se celebró una reunión con representantes de varios ministerios y de Castilla-La Mancha para analizar los medios disponibles y dar prioridad al rescate de los fallecidos, para lo que se solicitó a Defensa la actuación de la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares.

Esa brigada inició su desplazamiento a la zona a las 2:30 horas de ma ladrugada, pero no se rescataron los cuerpos hasta las 8:55, cuando el juez de instrucción de Siguenza ordenó el levantamiento de los cadáveres.

Explicó la ministra que, según los expertos, "el accidente" que causó las once muertes estuvo provocado por un llamado "fuego de explosión", dado por las condiciones de viento, humedad, temperatura y vegetación, y del que sólo se han registrado en España dos antecedentes, uno en La Gomera que causó veinte muertes, y otro en Valencia que se llevó seis vidas.

"Ningún medio de extinción hubiera podido detener la violenta ola de fuego" que sorprendió a los once trabajadores y que fue descrita, recordó, por el único superviviente.

"EXTREMADAMENTE DIFÍCILES"

Después de reiterar las condolencias del Gobierno por las once muertes en este incendio, Narbona destacó que el actual verano es "excepcional" por la drástica reducción de las lluvias y las temperaturas superiores en un grado a las medias habituales.

A ello se unió, en el caso de Guadalajara, vientos que permitieron la propagación de las llamas con una rapidez diez veces superior a la habitual, lo que dificultó considerablemente las labores de control y extinción.

Narbona sentenció que las condiciones de extinción de este incendio eran "extremadamente difíciles" por lo que los expertos llaman "la regla de los tres 30", es decir, más de treinta grados de temperatura, viento de más de treinta kilómetros por hora, y humedad inferior al treinta por ciento.

Sentenció la ministra que existió comunicación "permanente" entre las dos administraciones, y elogió la "diligencia" con la que trabajó la consejera autonómica "y sus técnicos".

Finalmente, echó mano de una petición formulada por el ex ministro de Medio Ambiente Jaume Matas, del PP, en septiembre de 2000 en el Congreso de los Diputados, para solicitar que se despolitice este debate.

(SERVIMEDIA)
26 Jul 2005
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