LOS MUSEOS ESTATALES SIGUEN SIN COBRAR A LOS ESPAÑOLES, A PESAR DE LAS EXIGENCIAS DE LA CE

MADRID
SERVIMEDIA

Los museos de titularidad estatal aún no han comenzado a cobrar la entrada a los visitantes españoles, medida requerida por las autoridades de la CE para que no exista discriminación entre los ciudadanos nacionales y los comunitarios.

Hoy, en el segundo día del año en que se supone que han desaparecido las diferencias de trato para toos los europeos, los visitantes españoles del Museo del Prado y del Reina Sofía han entrado gratis, como hasta ahora, mientras que los extranjeros han pagado por el acceso.

Desde 1982, los españoles pueden acceder de forma gratuita a los museos con sólo mostrar su Documento Nacional de Identidad (DNI), mientras que los extranjeros, de cualquier nacionalidad, deben abonar 400 pesetas por persona. Sólo están excluidos de ese pago los jóvenes de la CE menores de 21 años y los portadores del carné internaional de estudiante.

En varias ocasiones durante el último trimestre, el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, ha advertido que estaba recibiendo presiones de la Comunidad Europea para que, a partir de la entrada en vigor del Acta Unica, es decir, desde el 1 de enero de 1993, estén en igualdad de condiciones todos los habitantes de países miembros.

"Nos quedan dos opciones", señaló Solé Tura en una rueda de prensa el pasado mes de octubre, "que son dejar la entrada gratis para todos o cobrar a too el mundo. Probablemente haremos ésto último, como hacen en los museos de otros países, pero aún hay que estudiar cómo se aplica y a quién le afecta".

NO SE SABE CUANDO

Por el momento no se ha aplicado la medida y ni el ministerio ni los respectivos patronatos de los museos han notificado nada al respecto. Los empleados del Museo del Prado aseguraron hoy mismo a Servimedia que desconocen cuándo se empezará a cobrar y cuál será el precio.

Si se toma la experiencia del Museo Thyssen, enclavado e el denominado "triángulo de oro del arte" junto al Prado y al Reina Sofía,como anticipo de lo que ocurrirá cuando se cobre entrada en los estatales, los resultados son satisfactorios por el momento.

Las 600 pesetas que cuesta ver la Colección Thyssen no han sido un obstáculo para que cerca de 100.000 personas al mes hayan hecho cola para entrar desde que se inauguró. Frente a la entrada gratuita en los estatales, que estaban muy cerca, a muchos españoles no les importó pagar.

PRADO Y REINA SOFIA

De los 22 museos estatales que dependen del Ministerio de Cultura, los que más público acogen son el Prado, que terminó el año con unas cifras próximas a los dos millones de visitantes, y el Reina Sofía, que ha recibido del orden del millón.

Si se implantase la medida de cobrar 400 pesetas a todo el mundo, sin distinguir entre españoles y no españoles, las dos principales pinacotecas nacionales podrían recaudar cerca de 1.200 millones de pesetas.

Este año el presupuesto que el Ministerio de Culura destinó a los museos estatales fue de 11.288 millones, de los que el Reina Sofía recibió 3.600 millones y el Prado 2.100, y la Dirección General de Bellas Artes estima que con la recaudación de entradas para todos se podrá cubrir un 15 por ciento de esos gastos.

COLA PARA ENTRAR

Esta mañana, en el Prado había que esperar cola para entrar, quizá por la afluencia de público que en estos días no tiene que trabajar. Los asistentes consultados por esta agencia aseguraron que no había influido en ello el hecho de que pronto haya que pagar por lo que ahora ven gratis.

Gregorio, un padre de familia de 42 años, que acudía con sus dos hijos, considera que el cobro de entrada a los españoles perjudicará seriamente el interés por el arte que se había generado en los últimos años en nuestro país, ya que si se quita el atractivo de la gratuidad descenderá la asistencia a los museos.

Dos estudiantes de Telecomunicaciones consideraron que la medida es comprensible, ya que "mantener esto cuesta mucho diero, y se ve que con la venta de catálogos no sacan suficiente. Tenemos que acostumbrarnos a que el arte también se paga, como el cine o las discotecas".

Giorgio y Maurizio, dos jóvenes italianos que hacían cola esta mañana para entrar al Prado, se mostraron muy favorables a la eliminación de las diferencias entre españoles y extranjeros: "Debería ser gratis para todos".

(SERVIMEDIA)
02 Ene 1993
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