En declaraciones realizadas a los periodistas al término del encuentro, Rubio aseguró que la reunión "ha ido muy bien" y ha servido para aclarar "las dudas que teníamos" acerca de la ley, al tiempo que afirmó estar totalmente dispuesta a llegar a un consenso.

Tras indicar que hay cosas que se pueden mejorar, la consejera señaló que el Gobierno de Murcia realizará las aportaciones necesarias para que así sea y explicó que ha transmitido su preocupación al ministro sobre la posibilidad de que se produzcan discriminaciones entre las comunidades autónomas al establecerse los diferentes acuerdos.

En ese sentido, Rubio dijo que el ministro le ha comunicado que la ley garantiza plenamente que no se darán tales discriminaciones e informó también de que ha transmitido al titular de Trabajo y Asuntos Sociales la necesidad de más recursos humanos para gestionar adecuadamente el reconocimiento de los derechos.

Del mismo modo, la consejera expresó a Caldera su preocupación por los ciudadanos comunitarios que viven en Murcia y la forma en que pueden acceder a los beneficios sanitarios de la ley.

Respecto a esto último, el ministro manifestó a los periodistas que la Ley de Dependencia está destinada exclusivamente a los ciudadanos españoles, pero se admitirá a cualquier otra persona siempre que sus países sufraguen los gastos correspondientes o firmen los convenios oportunos para que ello sea posible.

Caldera consideró igualmente positiva la reunión, ya que el Gobierno murciano comparte la filosofía de fondo del proyecto, sus grandes principios le parecen adecuados y plantea aportaciones de sus experiendcias que serán tenidas en cuenta.

Finalmente, el titular de Trabajo insistió en que el modelo tiene que ser cooperativo y requiere la intensa participación del Gobierno central y los autonómicos en la medida de sus posibilidades.