Esta es una de las conclusiones que se desprende del documento "Alta Dirección en la Administración Pública. ¿ Política de Género? Buscando caminos", difundido en la web del Instituto de Estudios Fiscales para hacerse eco de los trabajos presentados en un seminario organizado por este organismo del Ministerio de Economía y Hacienda.

De acuerdo con las investigaciones presentadas en ese seminario, cuya recogida de datos se hizo en 2003, las mujeres representan el 56,36% del personal de las administraciones autonómicas y son mayoritarias en todas, salvo Navarra, donde representan el 46% del empleo.

Sin embargo, los hombres copan el 78,42% de los puestos de altos cargos (1.141) en el conjunto de las CCAA, frente al 21,58% de las mujeres (314). Este recuento incluye los puestos de presidente, vicepresidente, consejero, viceconsejero, secretarias generales y subsecretarías, direcciones y subdirecciones generales, dirección de gabinetes y otros. Sólo en puestos de dirección de gabinete había más mujeres que hombres (siete frente a cinco).

Las comunidades con mayor presencia de mujeres en puestos de altos cargos son Madrid (31,30%), Valencia (27,17%) y Castilla La Mancha (27,14%), mientras que las más bajas se daban en Galicia (14,85%), Aragón (10,45%) y Navarra (6,67%).

FAVORABLE COMPARACIÓN

Pese a todo, las administraciones autonómicas se comparan muy favorablemente con otros ámbitos, públicos o privados, en cuanto al nivel de incorporación de la mujer a puestos de dirección.

El 22% de presencia femenina entre los altos cargos de las CCAA bate ampliamente el 10% de la Administración General del Estado (si bien este dato es anterior a la política de paridad incorporada por el Gobierno Zapatero tras su victoria de 2004), así como al 5,41% en las empresas cotizadas en el IBEX 35 y un 3% estimado a nivel mundial.

La mayor presencia femenina en las administraciones autonómicas se debe en parte a la reciente creación de éstas, coincidiendo con la incorporación de gran número de mujeres al trabajo.

En todo caso, tanto en las CCAA como en el Estado están sentadas las bases para que eso pueda traducirse en más mujeres en puestos de responsabilidad en un futuro relativamente próximo.

Un dato avala este pronóstico: las mujeres mayores de 54 años son, en su tramo de edad, el 19% del personal del Grupo A de la Administración del Estado (el funcionariado de titulación superior), mientras que las mujeres de 18 a 29 años son el 53,48%, más que sus colegas masculinos de la misma edad.

"Ha de suponerse que cuando estas generaciones lleguen a edades más adultas serán más el número de mujeres en los puestos de alta responsabilidad, aunque sea por razones estadísticas", subraya a este respecto María José Llombart Bosch, delegada del Centro Regional del Instituto de Estudios Fiscales en Valencia.

De todas maneras, también será necesario, a su juicio, no olvidar que "la cultura organizacional sigue siendo machista y está dominada por los valores masculinos. Los estereotipos se refieren o bien a la convicción de que los 'varones son mejores directivos que las mujeres' o bien a la 'creencia' de que los rasgos que configuran el perfil ideal del directivo se corresponde con aspectos prototípicos de la personalidad".

A su juicio, mucho más cerca de la realidad está el hecho de que, "en el momento actual en nuestra sociedad, las responsabilidades familiares son asumidas mayoritariamente por las mujeres y resulta muy difícil compatibilizarlas con las demandas laborales que plantean los trabajos de alta dirección, representando un serio obstáculo en su acceso y promoción personal".