La presidenta de la federación, Enriqueta Chicano, declaró a Servimedia que el desfile de Delfín fue "inadmisible" y supone "una nueva utilización de la mujer llevada l máximo nivel en un momento en el que se está sensibilizando a la sociedad en contra de la violencia de género".

A su juicio, la dirección de Cibeles debe prohibir que vuelva a participar "ese señor que ya sabemos de qué va, que da pasos atrás utilizando unos símbolos de sumisión cuyo uso no tienen justificación ni desde el punto de vista comercial, ni ético ni estético".

Chicano cree que los responsables de la pasarela deben pedir perdón públicamente por lo sucedido, aunque le congratula que sudirectora, Cuca Solana, intentara parar el desfile minutos después de iniciado. "Hace un tiempo no hubiera pasado nada e incluso se hubiera hablado de desfile original y gracioso", señaló.

Para Mujeres Progresistas, la actuación de este modisto puede ser merecedora de sanciones administrativas "e incluso penales", igual que si hubiese sacado a modelos con una cruz gamada o un símbolo de ETA.

En el desfile salió una modelo con capucha y soga al cuello que recordaba a las víctimas de la opresión taibán y otra con las piernas y las manos envueltas con vendas, mientras de banda sonora se podía escuchar el sonido de un orgasmo.