Besteiro hizo esta petición en declaraciones a Servimedia en relación al último caso de violencia de género en Pontevedra, donde Maximino Couto asesinó a su novia el pasado sábado e intentó hacer lo mismo con su ex mujer durante un permiso carcelario.

Couto portaba un dispositivo GPS que debía mantenerse alejado a 2.000 metros de la vivienda de su ex esposa. Tres horas después del asesinato de su novia, su ex mujer, Herminia, recibió un aviso de la Policía en el que le alertaba de que su ex pareja había traspasado la zona de exclusión.

En este sentido, Besteiro afirmó: "echarle la culpa a un GPS o a un funcionario que no ha localizado el GPS es simplificar mucho el problema".

A su juicio, este sistema está muy bien, "pero no debe confiarse como único método" para evitar nuevos asesinatos, "ya que el problema de un maltratador es que es muy difícil de rehabilitar como se ha puesto de manifiesto este caso".

Por eso, Besteiro subrayó "la necesidad de formar a todos los operadores jurídicos, a los jueces, a los psicológos y a los equipos psicosociales sobre cómo actúan los maltratadores", ya que, por los datos de que dispone la federación, tienen una rehabilitación muy difícil.

La presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas reiteró el carácter reincidente del maltratador y del peligro que corren las ex parejas cuando éste han cumplido condena o disfrutan de permiso carcelario.