Los científicos creen que el hallazgo puede tener como principal consecuencia el desarrollo de tratamientos de reemplazo hormonal para prevenir el declive mental que se atribuye a la menopausia.

Durante su trabajo, los investigadores estudiaron la capacidad cogniiva de 425 mujeres, mayores de 65 años, entre 1986 y 1988; además, contabilizaron sus níveles de estrógenos a través de muestras de suero tomadas al comienzo del estudio. Seis años después, volvieron a realizar la operación para medir la evolución.

En las mujeres en las que se habían encontrado altas concentraciones de estrógenos, el deterioro de las facultades mentales fue cifrado en un 5 por ciento, mientras que en aquellas con bajo niveles hormonales, la variable alcanzó un 16 por ciento.

Segú la experta en la materia Mary Tyerney, "si se confirma que el declive cognoscitivo está relacionado con la baja concentración de estrógenos, el próximo paso será investigar si las mujeres con alto riesgo de padecer demencia senil se pueden beneficiar de los tratamientos hormonales".