LAS MUJERES MALTRATADAS EN ESPAÑA "AGUANTAN" ENTRE 7 Y 9 AÑOS ANTES DE DENUNCIAR SU SITUACION
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Una mujer que sufre malos tratos o violencia en su hogar tarda una media de entre siete y nueve años en denunciar su situación a la policía, según se desprende de las declaraciones que realizan en las comisarías.
El perfil de una mujer maltratada es el siguiente: tiene entre 26 y 35 años,está casada, con un número de hijos que oscila de dos a cuatro, posee estudios primarios, es ama de casa y las primeras agresiones comienzan al poco tiempo de casarse o de tener su primer hijo, según el informe "Violencia contra la mujer", editado por los ministerios de Interior y Asuntos Sociales.
La dependencia económica, la falta de conocimiento de sus derechos, la incapacidad para actuar ante las autoridades públicas, la dependencia psicológica y la inmadurez e inexperiencia son algunos de sus rasos más significativos.
Su agresor (marido o pareja) tiene una edad entre los 26 y los 40 años, estudios básicos, trabaja en un empleo que requiere poca cualificación y, a veces, tiene antecedentes de alcoholismo o drogadicción. Normalmente no suele ser agresivo ante terceros.
Algunas mujeres que han vivido situaciones de malos tratos repetidos y continuos denuncian o buscan ayuda después de aguantar años, porque en ese momento perciben un incremento del maltrato que les hace temer por su vida o pr la de sus hijos.
DETALLES OSCUROS
Al principio, la mayoría de ellas cree que se trata de episodios esporádicos que no volverán a repetirse, aunque en la decisión de no denunciarlo influye la vergüenza que sienten al tener que contar detalles oscuros y escabrosos de su vida.
Según el estudio, los ataques suelen ocurrir más en las horas del atardecer o por las noches, sobre todo después de las 22 horas. Se estima que un 80 por ciento de ellos sucedieron en las noches de los viernes y los sábado.
Otro patrón que caracteriza a estas relaciones violentas es que al principio se produjeron sin testigos, pero a medida que continuaron los abusos, las palizas fueron presenciadas por los hijos que, a su vez, se convirtieron en víctimas silenciosas.
Ante la violencia, la mujer se transforma en una persona pasiva y su reacción emocional tiende a la depresión y a mantener un "estado emocional plano" (pérdida de seguridad, nula capacidad de reacción, confusión e impotencia).
Por eso, muchas vees su actitud confunde a la policía, que cuando recibe la denuncia cree que el incidente ha sido de menor importancia o, incluso, que miente o que le gustan los golpes, señala el informe.
(SERVIMEDIA)
28 Ene 1992
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