Un año después de que estallara el 'caso Roldán', Blanca Rodríguez traa de reconstruir la normalidad en su vida privada en la ciudad de Orense, donde vive con sus padres y su hijo de año y medio.

La vigilancia policial continúa con la misma intensidad que en meses pasados, según su abogado, y los policías asignados a su vigilancia la acompañan al centro docente donde asiste a clase.

"Las cosas siguen igual que en los últimos meses. La policía y la Guardia Civil la vigilan a ella y al niño las 24 horas del día y siguen todos sus movimientos. En estas circunstancias,en algo tenía que ocupar su tiempo y ha decidido volver a estudiar", dijo su hermano a esta agencia.

Rodríguez Porto "hace una vida normal", centrada en la atención a su familia. "Apenas sale con amigos" por la incomodidad que supone estar vigilada constantemente, pero en ningún momento ha tenido la sensación de que sus vecinos de Orense la hayan tratado mal a raíz del escándalo y la huida de Luis Roldán.

Habitualmente, Blanca Rodríguez sale de casa para llevar a su hijo a la guardería o para vistar a su abogado. En los últimos meses ha restringido sus salidas lúdicas, que hace siempre en compañía de familiares.

La esposa del ex director de la Guardia Civil está vigilada por un dispositivo de 35 policías nacionales que la controlan durante todo el día en cinco turnos. Sus desplazamientos son seguidos por dos coches. También permanece vigilado su hijo de año y medio. Un helicóptero y 22 guardias civiles se ocupan de este servicio.

El abogado de Blanca Rodríguez aseguró que su hermana "no iene ninguna intención de huir del país" y justificó las sospechas de la policía en el hecho de que "a veces la pierden en la vigilancia porque se despistan, pero no porque ella haga nada para perderse".

Según su abogado, "no tiene planes sobre su vida futura puesto que el futuro no está en sus manos. Lo único que desea es que se levante el secreto del sumario en lo relacionado con ella para conocer los hechos concretos en los que se basa la acusación, con independencia de lo que ocurra con su marido"

José Luis Rodríguez se quejó del retraso en el levantamiento del secreto de sumario y sobre todo de las filtraciones a la prensa acerca de su contenido, que "nos deja en la más completa indefensión a los abogados". En su opinión, debe ser "el propio juzgado el que tendrá que tomar las medidas adecuadas para que no se sigan produciendo estas filtraciones".