Según informaron fuentes de la "Ertzaintza", el accidente pudo deberse a una gran placa de hielo que se formó en la calzada y a la densa niebla que existía en la zona a la hora del siniestro.

El acidente, en el que se vieron implicados 21 vehículos -2 camiones y 19 turismos- que circulaban en ambos sentidos por la calzada, se produjo sobre las ocho de la mañana en el kilómetro 8 de la carretera nacional 622, cerca del desvío hacia el aeropuerto alavés de Foronda.

Un camión patinó y volcó su container, produciéndose una colisión en cadena, en la que falleció en el acto el conductor del camión, Secundino P.M., de 59 años y vecino de Baracaldo (Vizcaya).

El cuerpo del camionero fue trasladadounas horas después al instituto anatómico forense del Hospital de Santiago, de Vitoria. Al mismo centro sanitario fueron llevadas dos de las personas heridas, Regina P.G., de 31 años y natural de Bilbao, y Víctor G.A., de 25 y vecino de Guecho (Vizcaya).

Los demás lesionados, Ismael A.P, de 59 años y vecino de Sestao; Lorenzo I.F., de 31 y de Portugalete; José Ignacio F.O, de 43 y natural de la localidad alavesa de Llodio; Joseba L.U., Pilar J.G., Francisco Javier T.C. e Isabel B.M., fueron trasladado al Hospital de Txagorritxu, en Vitoria.

Según confirmó la "Ertzaintza", ninguno de los heridos permanece en estado grave y, al parecer, entre ellos se encuentran varios miembros de la Policía Autónoma Vasca que se dirigían a sus trabajos en la Academia de Arcaute, y funcionarios del Gobierno vasco en Lakua.

El accidente provocó grandes retenciones de vehículos durante dos horas, hasta que fue habilitado un carril en cada sentido. Durante toda la mañana, la Policía Autónoma Vasca procedió a la reirada de los coches implicados y a la investigación de las causas.

El 6 de diciembre de 1991 ocurrió un siniestro de semejantes características, aunque de mucha mayor gravedad, en otra carretera vasca, al producirse una colisión múltiple en la autopista Bilbao-Behovia.

En él murieron un total de 17 personas, mientras que otras 49 sufrieron heridas de diversa consideración, en su mayoría por quemaduras, ya que los más de 25 vehículos implicados en el choque ardieron por completo, mientras que sus asajeros quedaron atrapados en el interior.

El Gobierno vasco aseguró al día siguiente que las causas de este siniestro habían sido la intensa niebla que había en la zona unida al exceso de velocidad a la que viajaban los vehículos implicados.