LA MUERTE DE LAS NIÑAS DE ALCASSER NO DEBE PROVOCAR UNA PSICOSIS COLECTIVA NI RESTRINGIR LA LIBERTA, SEGUN EL DIRECTOR DE LA JUVENTUD

MADRID
SERVIMEDIA

El director general del Instituto de la Juventud, Magdy Martínez Solimán, declaró hoy a Servimedia que el suceso de las tres niñas desaparecidas y halladas muertas en Valencia no debe provocar el nerviosismo y la intranquilidad que puedan llevar a una restricción de las libertades de los jóvenes.

"Hay que prevenir reacciones que no ayudarían a solucionar el problema", dijo el director general, quien señaló la necesidad de evitar cae en actitudes violentas dentro de la sociedad como consecuencia de estos sucesos, "ni tampoco caer en una psicosis colectiva de los jóvenes o el pánico a salir de casa".

En su opinión, "corresponde a los padres de las chicas jóvenes concienciarlas de que tienen que protegerse a sí mismas, a mantener esa pizca de precaución para que no pasen estas cosas, e incluso para evitar episodios de mero agobio o sustos desagradables".

"Las familias de esas tres chicas deben tener en estos momentos la sensacón de que estamos en un mundo de locos, de personas con tal grado de enajenación mental que puedan ser capaces de perpetrar actos así, pero yo creo que todas las sociedades producen sus locuras y esta no lo hace en mayor medida que otras de hace veinte o hace cien años", afirmó Martínez Solimán.

Reconoció la obligación de la Administración de realizar campañas para prevenir que el consumo de drogas y alcohol o la marginación originen comportamientos desviados, pero consideró que "en este caso la respusta es más social, más individual, porque nadie nos garantiza que el autor de ese crimen sea efectivamente una persona sometida a unas condiciones sociales adversas".

"BASTA UN SOLO LOCO"

"Un solo loco basta para causar este tipo de desastres, y la aparición de un loco es algo imprevisible", aseguró el director general. "Quiero pensar que no hay conductas criminales de este tipo que se puedan mantener dentro de la normalidad y el raciocinio; siempre hay detrás una enajenación mental", añadió.

Mrtínez Solimán considera que "no se conseguiría nada dejando de ir a los parques, o a las discotecas, o a los campamentos, o de hacer auto-stop por miedo a que vaya a ocurrir algo; no podemos encerrarnos todos en nuestras casas, sino más bien adoptar una actitud más responsable".

Se trata de atajar esas conductas perjudiciales previniéndolas, porque está demostrado que las sociedades actuales se están volviendo más violentas, no sólo aquí, sino también en otros países, y el endurecimiento de la legislción sobre estos delitos, como ha solicitado la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, en relación con los delitos contra la libertad sexual.

"Nuestro Código Penal debe recoger la alarma social que producen este tipo de sucesos y por lo tanto debe endurecer las penas contra quienes agreden a las mujeres, no sólo por la capacidad disuasoria de las leyes, sino porque un individuo capaz de estas acciones debe ser apartado de la sociedad".

(SERVIMEDIA)
28 Ene 1993
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