La trágica muerte de la princesa y todo el despliegue de medios de comunicación posterior marcó psicológicamente a mucha gente. Los médicos de cabecera asistieron a o que se ha denominado "síndrome o efecto Diana". Sus pacientes acudían preguntándose si sus síntomas de depresión estarían asociados a la muerte de la princesa.

El estudio de "BMJ" se ha centrado en las últimas admisiones en un hospital británico en North Staffordshire. A raíz del accidente, las consultas psicológicas aumentaron pero, sorprendentemente, las admisiones por accidentes de tráfico disminuyeron en un 10%. Así ocurrió hasta el pasado mes de diciembre, cuando las estadísticas empezaron a vover a la normalidad.

El hecho de que ingresaran menos víctimas de accidentes de tráfico podría tener una relación subliminal con la muerte de la Princesa de Gales. Se especula que, tras el shock emocional por su muerte, los hábitos de mucha gente frente al volante cambiaron.

EL "EFECTO DIANA"

Los doctores Williams y Shevlin observaron los efectos de la muerte de Diana mediante el examen de admisiones en un hospital de Belfast entre el 1 y 30 de septiembre de 1997, y detectaron un buen número de"admisiones inapropiadas", según estos doctores. El porcentaje de estos ingresos "indebidos" ascendía a un 19% hasta el 9 de septiembre, antes del funeral de Diana.

En los días 9 y 10 de septiembre el número de ingresos se redujo hasta que se celebraron los funerales, del 10 al 15, y se volvió a observar un aumento de las admisiones, esta vez de un 50% por encima de la media de todo este mes estudiado.

El tipo de trauma que causó la muerte de Diana variaba mucho de un paciente a otro, pero todos ejaban sus problemas personales aparte por la triste suerte de la princesa. Muchos pacientes acudían a pedir consejo y buscaban palabras de aliento de los médicos.