Los cadáveres fueron hallados por el padre de la oven alrededor de las ocho de la mañana. El padre de Isabel, al ver que su hija no había dormido en casa, fue al garaje para comprobar si estaba el coche.

Un portavoz de la policía local de Yecla descartó el suicidio, "ya que la chica estaba fuera del vehículo, al parecer intentó llegar hasta la puerta del garaje arrastrándonse por el suelo, y el chico estaba sentado en el coche".

La policía cree que los jóvenes pudieron optar por mantener el coche en marcha para que la calefacción del vehículo fncionase, originando así la emisión de monóxido de carbono.

Los cuerpos de Gustavo Rubio e Isabel Rodríguez han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense de Murcia, para practicarles la autopsia.