Los hechos ocurrieron en el municipio de Tuineje, en el sur de la isla, uando los pequeños jugaban a escasos metros de la plantación de tomates en la que estaban trabajando sus padres. Los niños se subieron encima del pozo, utilizado para el riego de la plantación, y la tapa cedió bajo sus pies.

Santiago Alvarez murió a consecuencia de las heridas que se ocasionó al golpearse contra las paredes del pozo mientras caia ya que, según las fuentes consultadas y a espera de la autopsia, murió como consecuancia de un traumatismo craneoencefálico.

Los familiares de los niñosse ataron con cuerdas y bajaron los 90 metros que los separaban del fondo para subirlos a la superficie, aunque fue necesaria ayuda de equipos especializados.

De inmediato fueron avisadas la Guardia Civil y los servicios de rescate, que recuperaron el cuerpo sin vida de Santigo Alvarez y a su primo, que fue evacuado al hospital.