MUERE UN BOMBERO DURANTE UN SIMULACRO DE INCENDIO EN CADIZ
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El alcalde de Cádiz, Carlos Díaz Medina, manifestó a Servimedia que aún se desconocen las causas por las que el bombero Diego González Tarifa, de 32 años, cay ayer desde un cuarto piso en el transcurso de un simulacro de incendio.
El accidente se produjo cuando Diego escalaba por una escalera de gato hasta el cuarto piso donde supuestamente tenía que sacar a una familia del fuego. Al llegar a la altura del balcón vaciló y cayó al vacío golpeándose la cabeza contra el suelo.
A su juicio, "el ayuntamiento no organizó este ejercicio que fue solicitado por la Asociación de Vecinos de Los Porches. Ha sido un lamentable accidente que nos ha llevado de sorprsa y dolor".
El vicepresidente de la Diputación, Fernando Suárez, presidente del Consorcio Provincial Contraincendios manifestó que se desconocía las cuausas del siniestro, "tendremos que esperar a ver lo que el juez dice. Era una persona muy preparada lo que hace más inexplicable el hecho".
El jefe del Consorcio Provincial Contraincendios, Alfonos Millares, informó que se ha iniciado una investigación para determinar las causas que pudieron provocar la caída del bombero.
El juzgado de guarda ha abierto un expediente pero aún no ha dado a concer el resultado de la autopsia al estar las actuaciones bajo secreto sumarial.
El accidente fue presentado por más de 600 personas que contemplaban los ejercicios. Tras la exequias fúnebres celebradas en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, el cadáver fue trasladado al cementerio de Chiclana donde recibió sepultura.
A las honras fúnebres asistieron compañeros suyos del Consorcio Provincial Contraincendios y autoridades locales y provinciales y arios vehículos de Protección Civil, Bomberos y Policía Local.
Diego González trabaja como bombero interino en La Línea y ayer al estar franco de servicio se ofreció voluntario para el simulacro.
Todas las opiniones de los expertos y de sus propios compañeros apuntan hacia un accidente, ya que Diego González estaba considerado como un experto y un buen atleta.
Sin embargo, los vecinos y algunos testigos presenciales criticaron la carencia de medios de seguridad con la que trabajaban los bombros. El fallecido llevaba un equipo autónomo completo de aire que pesaba unos 15 kilos y arreos de seguridad y cuerdas reglamentarias para este trabajo, pero no usó el cable de seguridad.
(SERVIMEDIA)
30 Oct 1994
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