Aunque no existe un estudio sobre el número concreto de establecimientos que cerrarán en 2008, el hecho de que el precio de los alquileres de locales se haya disparado en los últimos años, unido a la crisis de consumo, está creando en el sector una situación de alarma que acabará obligando a los propietarios de bares a abandonar sus negocios en los centros comerciales, al no poder abonar las cantidades económicas que se les piden, indicaron las citadas fuentes.

Asimismo, explicaron que de los establecimientos de hostelería que se abren en centros comerciales de la región, cerca del 50% fracasan en sus primeros cuatro años de vida, un hecho en el que no solamente influye el precio del alquiler, sino la aceptación o no de su oferta por parte de la clientela o su ubicación, entre otros factores.

En cualquier caso, los altos alquileres se están revelando como una circunstancia decisiva a la hora de cerrar y están llevando a algunos propietarios de bares, además de a subir el precio de las consumiciones, a dejar incluso de cobrar su sueldo mensual para pagar a sus empleados, según comentó a esta agencia un portavoz del sector.

La prohibición de fumar en los centros comerciales es otro factor que también se ha dejado sentir en sus establecimientos de hostelería, cuyos propietarios han percibido que quienes tienen ese hábito pasan menos tiempo en el interior de los locales donde no se les permite encender un cigarrillo.

MIEDO EXCESIVO

Por su parte, fuentes de la Asociación Española de Centros Comerciales restaron importancia a esta situación y aseguraron que "los inquilinos siempre creen que el alquiler es muy caro y quieren rebajarlo".

Estas fuentes indicaron a Servimedia que la crisis existente en el sector está generando también cierta situación de incertidumbre que ha generado un "miedo excesivo" por parte de los propietarios de bares.

De todas formas, según esta asociación, las protestas por el alto precio de los alquileres se producen año tras año, cuando llega el momento de renovar. "Incluso en los años mejores, de mayor crecimiento y más creación de empleo, muchos gerentes que estaban negociando los alquileres decían que estaba la cosa fatal", comentaron las fuentes consultadas.

Explicaron que en la mayoría de los casos los alquileres se abonan de una manera mixta, es decir, una cantidad fija y el resto según las ventas obtenidas, por lo que el centro comercial está compartiendo el riesgo con el propietario del local. "Eso ha servido como colchón para que las negociaciones no fueran tan duras", precisaron.

Finalmente, los centros comerciales aseguraron que no tienen intención de bajar los precios de los alquileres, si bien cada empresa funciona de manera independiente. "Lo normal es que los precios se mantengan", concluyeron.