Gaza

MSF denuncia que "parece que ha caído una bomba nuclear” en la Franja de Gaza

- Se han cruzado todas las líneas rojas”, denuncia la ONG

VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://servimedia.tv/TotalesDramaGazaMSF

MADRID
SERVIMEDIA

La coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza, Pascale Coissard, no encuentra las palabras adecuadas para describir lo que vio en Gaza este verano, en el segundo viaje que efectuó a la zona después del 7 de octubre del año pasado, cuando Hamás atacó Israel y este país invadió la Franja. “Parece que ha caído una bomba nuclear”, acierta por fin, porque “es un nivel de destrucción sin precedentes”, que “en mi experiencia profesional, yo nunca había visto”.

Así lo indicó en un encuentro con Servimedia, en el que también participó la presidenta de MSF España, Paula Gil.

Coissard, que realizó un primer viaje a Gaza durante los meses de noviembre y diciembre de 2023, ha podido comprobar la evolución de la guerra y su impacto en la población. “Casi no queda un edificio en pie”, detalla.

LUTO, POLVO, RUINAS

“Todo es gris cuando pienso en Gaza, porque todo lo que recuerdo está lleno de polvo”. “Todo son ruinas”, agrega. Según Coissard, lo que allí vio se asemeja más a “los libros de ciencia ficción” que a otra cosa que conozca. “Parece que ha caído una bomba nuclear”, zanja.

Destacó que los niños llevan más de un año sin ir a la escuela y “sin un espacio donde poder jugar”. “Todo el mundo vive en tiendas de campaña”, prosigue, sin planes de futuro, sin saber “si mañana puede caer una bomba encima”.

Hay grandes dificultades para acceder al agua potable, y aseguró que ha visto “muchos niños pequeños haciendo colas para conseguir agua”. Muchos tienen sarna y enfermedades de la piel por falta de higiene. Su conclusión es que “la sociedad está siendo destruida”. “Aquello que estructura una sociedad, todos los espacios de encuentro, han sido arrasados”, denunció.

La coordinadora subrayó que desde que empezó la guerra todo el mundo en Gaza “ha perdido a un familiar o a un amigo, o ha sufrido una enfermedad”. "Todos están de luto”, y confesó que, cuando piensa en la situación de sus compañeros palestinos, se siente “afortunada”.

“Están agotados”, describe, con un nivel de estrés y ansiedad increíbles. Pese a todo, siguen “en pie” y vuelven un día y otro para atender a sus compatriotas. “Si me comparo con ellos, soy una privilegiada”. “Yo puedo salir, parar y recibir ayuda si la necesito. Ellos, no. Ni lo esperan ya”.

El impacto en la salud mental de este conflicto “será terrible”, auguró, y recordó cómo una experta en psicología de MSF, que en julio tuvo que trabajar en urgencias “ante el gran flujo de heridos que recibíamos”, se echó a llorar en un momento dado “y ya no pudo parar”.

AYUDA A CUENTAGOTAS

Paula Gil llamó la atención sobre el “bloqueo de la ayuda” que Israel mantiene en la Franja, pese a la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que le ordenó adoptar “medidas inmediatas y efectivas” para “proteger a la población palestina del riesgo de genocidio”. Entre ellas, figuraban la entrada de asistencia humanitaria suficiente y el acceso a servicios básicos para la población, indicó.

Apuntó que, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), “hay toneladas de comida almacenadas en la frontera, esperando para entrar”. “Al ritmo actual, nos dicen que se necesitarán dos años y medio” para que esta ayuda se distribuya en Gaza, agregó la presidenta de MSF.

El resultado es que “en Gaza falta de todo”. “Desde un medicamento tan básico como el paracetamol hasta una pieza de recambio, por si nuestros camiones pinchan”, especificó Coissard. “De lo más simple a lo más complejo; las necesidades son todo lo que te puedas imaginar”, precisó Gil.

En su opinión, ”tenemos capacidad para hacer mucho más de lo que hacemos”, pero “la ayuda entra a cuentagotas”. Este es el motivo por el que “hemos tenido que tomar decisiones difíciles como el cierre de camas”, prosiguió, pues "no teníamos comida para alimentar a los pacientes ni nada con que tratarlos".

SIN PRECEDENTES

A su juicio, “estamos asistiendo a la destrucción de una población que, además, no puede salir de Gaza”. Es algo “sin precedentes”, que hace este conflicto "totalmente diferente de otros”. “No hay un sitio seguro al que ir”, recalcó. “Lo estamos viendo en el norte, donde no podemos trabajar y la situación humanitaria es un agujero negro”, declaró, “y ahora lo vemos en Líbano también”.

Gil se refirió con ello a “la inacción” de la comunidad internacional, que permite a Israel saltarse todas las convenciones de la guerra. “El año pasado, la OMS estimó que hubo 1.500 ataques contra infraestructuras de salud en todo el mundo”, señaló.

Un total de siete compañeros de MSF han muerto, y “hemos sufrido un gran número de incidentes de seguridad”, explicó Gil. En su opinión, estos ataques al trabajo de las organizaciones humanitarias y a las infraestructuras de salud son “un espejo en el que otros van a mirarse”, lo que implica “un enorme riesgo” para la población civil.

Por todo ello, la presidenta de MSF España reiteró su exigencia de alto el fuego permanente y reclamó a Israel que permita la entrada de ayuda humanitaria con normalidad y la evacuación de los enfermos y heridos, así como la salida de la población.

Además, instó a la comunidad internacional a tomar cartas en el asunto, porque vivimos un fallo global de la gobernanza mundial”.

“Todas las líneas roja se han cruzado y parece que todo está permitido”, lamentó la responsable de MSF.

Esta organización, que realizó su primera operación de guerra en Líbano en 1976, advierte hoy que casi 50 años después,, nada ha mejorado.

La violencia vuelve a asolar el país, pero ahora “hay una falta de respeto absoluta” hacia el derecho internacional humanitario, que Gil vinculó con “una falta de humanidad” a nivel global. Si lo llevamos al terreno de la salud, no hay “peor germen” que ese, alertó.

(SERVIMEDIA)
26 Oct 2024
AGQ/clc