Gil hizo estas declaraciones en un encuentro en Servimedia, donde también participó la coordinadora de emergencias de MSF en Gaza, Pascale Coissard.

A propósito del trabajo de la ONG en la Franja, Gil lamentó la muerte de siete compañeros y “los continuos incidentes de seguridad que hemos sufrido desde el inicio de la guerra”, el 7 de octubre de 2023.

Aseguró que “esta falta de respeto por las instalaciones sanitarias y por el trabajo que realizan las agencias y las organizaciones humanitarias no tiene precedentes”, y alertó de que se está generalizando a nivel mundial.

Como ejemplo, citó “las trabas” que las organizaciones dedicadas al rescate de migrantes en el Mediterráneo central sufren de manera continua. “Se nos asocia a las mafias, se nos ponen todas las barreras administrativas posibles”, afirmó.

Agregó que en Italia “estamos teniendo unos problemas terribles, porque hacen todo lo posible para que nuestro barco, el 'Geo Barents', no pueda trabajar”. A todo esto se suma esta “creciente asociación entre migrante y criminal”, denunció, en la misma línea de demonización creciente del trabajo de las ONG.

EL ASILO, EN PELIGRO

A su juicio, el endurecimiento de la política migratoria en la Unión Europea, de la que Italia es el máximo exponente, es fruto de esta tendencia. El Gobierno de Meloni “ha construido una prisión en Albania, donde pretenden poner a la gente de forma indefinida”, declaró, lo que contradice todas las leyes del derecho internacional.

En su opinión, se está atentando “contra el sistema de asilo que Europa levantó a partir de la Segunda Guerra Mundial”, resaltó. Se trata de "una deriva muy preocupante", advirtió. Por ello, “debemos trabajar más que nunca para conseguir una sociedad civil, organizada y cohesionada, que apoye el trabajo de las ONG”, propuso.

TRABAJO INDEPENDIENTE

Según explicó Gil, Médicos sin Fronteras se basa en “los principios de independencia y neutralidad” respecto de cualquier Gobierno e ideología.

“La capacidad de esta independencia nos viene dada porque la inmensa mayoría de los fondos que manejamos son privados”, aseveró. “No respondemos a agendas políticas”, prosiguió, y eso facilita las cosas “cuando tenemos que presentarnos ante un Gobierno o incluso ante un grupo armado”, porque así es más sencillo hacerles “entender nuestro trabajo e intenciones”.

En este punto, Gil se detuvo en los muchos problemas que MSF se ha encontrado sobre el terreno, debido a que “se nos ha asociado a grupos terroristas". “Hemos tenido a compañeros detenidos durante más de un año por transportar en una ambulancia o una persona herida", lamentó.

“Nosotros, cuando atendemos a alguien, no preguntamos ni por su ideología ni por su filiación”. Por este motivo, “hay gobiernos que nos han vinculado con actividades terroristas” por operar en zonas controladas por estos grupos, detalló Gil.

Además, señaló que su trabajo también se ve dificultado por “el discurso anti occidental que por ejemplo se ha extendido en el Sahel”, vinculado al islamismo. De ahí la necesidad de “mantener nuestra independencia”, insistió Gil, lo cual se consigue gracias a las aportaciones de los socios.

Con 500.000 personas asociadas, la sección española de Médicos Sin Fronteras es la más numerosa del mundo. “Aquí no hay grandes donaciones” de multimillonarios, declaró, pero “sí mucha gente que aporta lo que puede día a día”. A su juicio, esto resulta “muy importante, porque te da un gran colchón de legitimidad”, ya que “tienes 500.000 personas detrás que creen en lo que estamos haciendo”.