El MPDL hace esta reflexión en el editorial, recogido por Servimedia, del último número de la revista "Tiempo de paz", que está dedicado al proceso ligado al alto el fuego anunciado en marzo por la banda etarra.

En este editorial se asegura que la aparición del fundamentalismo islamista ha cambiado "todas las categorías anteriores", en el sentido de que antes se diferenciaba entrelos terrorismos "tolerables" y "no tolerables", así como entre los "justificados" y los "perseguibles".

"A partir del 11-S", se asegura, "quiebran todas las categorías; Al Qaeda ha arrasado con la taxonomía y todo terrorismo ha pasado a ser bárbaro, extemporáneo, inaceptable, indiscriminado, sin sentido y, por lo tanto, perseguible, incluso, para algunos con métodos que violentan el acervo jurídico-penal consolidado por el mundo occidental".

"CAPUCHAS FRENTE A CHILABAS"

En esta tesitura, añade el MPDL, "la banda terrorista escapa, como gato al agua de las comparaciones y no desea que las capuchas se confundan con los burkas o las chilabas".

"Los etarras", añade este editorial, "dan por cerrada la versión 'ligth' del terrorista liberador de seres oprimidos, luchador por las libertades y los derechos de su pueblo; ETA debe abandonar el 'corpus doctrinal' del que tanto rédito ha obtenido en los últimos treinta y tantos años".

A este respecto, se destaca que los etarras "ahora corren el riesgo de pasar a ser identificados con fanáticos enfebrecidos que despedazan niños, atacan a las bases del sistema, se inmolan camino de paraísos inalcanzables".