Bienestar
Movimiento y orden, claves para recuperar la inteligencia vital que los humanos modernos hemos perdido
- Laura López publica 'Seitai, inteligencia vital’
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La periodista y divulgadora Laura López sostiene que “los seres humanos modernos somos cada vez más torpes” en lo que a "inteligencia vital” se refiere, un ámbito donde “hemos retrocedido a pasos de gigante en comparación con nuestros abuelos”. De ahí esta reedición de su libro 'Seitai, inteligencia vital', publicado ahora en EDAF, donde explica con sencillez y rigor las claves de esta cultura del autocuidado y de la práctica del Katsugen Undo.
En declaraciones a Servimedia, Laura López aclara las diferencias entre ambos conceptos.
El ‘seitai’, que procede de los términos japoneses ‘’movimiento’ y ‘orden en algún lugar’, se refiere a todos los descubrimientos respecto a la salud y al funcionamiento del organismo llevados a cabo por el maestro Haruchika Noguchi (Tokyo, 1911-1976). “Katsugen Undo, movimiento regenerador, es su práctica”, agrega.
“Digamos que casi todo el mundo puede aprender a conducir un coche y viajar felizmente”, prosigue, pero “el seitai es la mecánica, son todos los conocimientos profundos detrás de esta práctica”.m“La buena noticia es que todos podemos practicar Katsugen Undo y disfrutar de sus beneficios”, asegura. “Y para quienes desean saber más, tenemos el seitai”.
López explica que, de acuerdo con las enseñanzas del seitai, el cuerpo humano está continuamente en movimiento “aunque no lo apreciemos”. “Es un vaivén continuo, cuya armonía y equilibrio favorecen una salud en buen estado”, subraya la autora.
El maestro Noguchi se dio cuenta de ello, y advirtió además que todos estos “micromovimientos” se resumen en cinco principales: movimiento central, frontal, vertical, rotatorio y lateral. “Su práctica nos va a ayudar a recuperar el equilibrio, el orden perdido”, afirma Laura, que durante muchos años siguió a Katsumi Mamine, discípulo del anterior y difusor de sus enseñanzas en Europa.
RECUPERAR EL ORDEN
Del mismo modo que “tras una fiesta es necesario poner en orden otra vez la sala, nuestro organismo necesita también que lo ordenemos ”para recuperarse del estrés de la vida moderna”. Según la autora, esto es “justo lo que nos proporciona la práctica del Katsugen Undo con sus cinco movimientos fundamentales”.
Como en cualquier técnica, “al principio debemos practicarlos de forma consciente y con dedicación”, admite, “pero con el tiempo, surgen de forma espontánea”.
Esta es sin duda la experiencia de Laura, que desde hace años dirige un 'dojo' y recibe alumnos para practicar de forma presencial. “Empezamos las sesiones todos a la vez, pero luego, cada uno hace lo que su cuerpo le pide”. “Es muy curioso de ver”, confiesa.
“De pronto uno bosteza, otro se estira, su compañera gira la cintura, la de enfrente mueve la mandíbula y el de más allá, se dobla sobre sí mismo”. De forma inconsciente, “cada cuerpo hace aquello que precisa para reordenarse”. “Si lo piensas es muy lógico”, defiende Laura.
AUTOCUIDADO
“Con los años, el ritmo de vida actual y las preocupaciones, vamos acumulando tensiones y rigideces en distintas partes del organismo”. Por eso “es natural que cada alumno se mueva de forma distinta, pues tiene que reequilibrarse en función de sus trastornos físicos particulares”, apunta.
“Algunos van muy deprisa, otros despacito… Esto es para todas las edades, para cualquier fisonomía, con y sin discapacidad”. Para todo el mundo”, insiste, “porque todos los cuerpos tienen movimiento y necesitan esta dialéctica entre tensión y extensión a fin de reequilibrarse”.
Con todo, Laura deja muy claro que el seitai es “un descubrimiento, no una terapia”. “Para nada sustituye a la medicina tradicional”, recalca. “Cuando alguien tiene una enfermedad, esta se cura o se intenta curar con terapias”, señala, mientras que el seitai se refiere “al autocuidado, al derecho que todas las personas tenemos a cuidar de nuestra propia salud”.
“Los animales se equilibran de forma instantánea, y también los bebés y los niños”, prosigue, pero “los humanos, por nuestra forma de vida occidental, nuestra conciencia, nuestra configuración mental y también por nuestra postura vertical, vamos perdiendo esa capacidad de autorregulación espontánea”. “Por eso, debemos aprender seitai”.
RESPETO
A su juicio, "en esto, como en tantas cosas, hemos de seguir el ejemplo de los niños”. Cuando me preguntan los padres si pueden enseñárselo a sus hijos, yo siempre les digo que aprendan de ellos y que respeten su propio movimiento”, afirma, pues “cada persona, cada ser humano, tiene el suyo”.
Seitai “es también aprender a respetar la subjetividad de cada ser humano y de cada célula, subjetividad que se expresa en el movimiento”. De ahí que “cuanto más se practica, no solo mejoras a nivel físico y desaparecen los trastornos de salud”, sostiene Laura, sino que tu “forma de ver la vida y tu filosofía cambian también”. “Hay más calma y más escucha hacia la naturaleza, hacia tu propio cuerpo y hacia el resto de humanos”.
ENSEÑANZA PARA TODOS
Laura López dirige desde hace años un 'dojo' (escuela de seitai) en un pueblo de la España vaciada. Allí ofrece cursos presenciales, aunque también difunde estos conocimientos mediante cursos 'online' y conferencias por España y América Latina.
“El gran hallazgo del maestro Haruchika Noguchi fue darse cuenta de que todo esto se podía enseñar y de que cada persona podía practicarlo en casa”, asegura. En su opinión, aquello “supuso un gran avance” para la humanidad, “al democratizar el cuidado de la propia salud”.
“Si los médicos recomiendan hacer ejercicio todos los días y comer frutas y verduras, cómo no va a ser aconsejable esto”, razona. Se trata en suma de “cuidarse y de volver a conectar con el movimiento, con el vaivén, conexión que nunca debimos perder”.
Laura pone el ejemplo del gato, que es capaz de pasar a un estado de tensión máxima en un segundo si tiene que cazar y, superado este momento, volver al relax”. “Los seres humanos, sobre todo los occidentales, no tenemos esa capacidad, pero podemos volver a aprenderla gracias al seitai". Nuestra salud integral -mental, física y emocional- nos lo agradecerá, asegura.
(SERVIMEDIA)
26 Jun 2022
AGQ/clc