El decreto establece que las motocicletas con una antigüedad superior a cuatro años deberán pasar la revisión cada dos ejercicios, al igual que se establece para los vehículos de tres ruedas, cuadriciclos, quads, ciclomotores de tres ruedas y cuadriciclos ligeros.

En el caso de los ciclomotores de dos ruedas, deberán pasar la ITV también cada dos años, pero cuando hayan cumplido tres, es decir, un año antes que las motos. Todo ello, en teoría, a partir de mañana, aunque en la práctica las comunidades autónomas, competentes en esta materia, tienen tres años para adaptar sus sistemas de ITV a estos vehículos.

Además, y con el fin de no colapsar los servicios de ITV, se establece para las motocicletas un orden de paso por la inspección en función de la matrícula.

Así, las acabadas en "0" deberán pasar la ITV cuando entre en vigor el decreto, a partir de mañana; las acabadas en "1" desde un mes después, esto es, el 21 de octubre, y así sucesivamente, hasta las que finalizan en "9".

TRES AÑOS

Pero, además, el decreto ley aprobado por el Gobierno da un plazo adicional de tres años, que expirará en junio de 2009, a las comunidades autónomas para que adapten sus servicios de ITV a la norma.

El Gobierno justifica ese hecho porque "el desplazamiento de los ciclomotores de dos ruedas a las estaciones ITV para ser sometidos a inspección puede verse afectado por restricciones a la circulación, en muchos casos será preciso habilitar estaciones móviles que se desplacen a los núcleos urbanos".

La norma permite "que sean las comunidades autónomas las que determinen finalmente y en el ámbito de sus competencias la fecha de entrada en vigor de la obligatoriedad de la inspección periódica de los ciclomotores de dos ruedas, pero con un retraso menor de tres años desde la publicación en el BOE de este real decreto", algo que se produjo el 21 de junio.