El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, que presentó hoy la iniciativa "Avanza Moto", explicó que en principio se ha instalado este espacio para las motos en la calle de Francisco Silvela, en el cruce de la calle Montesa y la avenida de los Toreros; en el Paseo de Recoletos, frente a la calle Almirante, y en el Paseo del Prado, a la altura del número 20.

En todos ellos, y con el fin de evaluar el impacto de esta medida, se han instalado cámaras de tráfico controladas desde el Centro de Gestión de la Movilidad. Los emplazamientos elegidos, según Gallardón, no cuentan con pasos de peatones a continuación de la línea de detención, porque "durante esta fase experimental queremos evitar cualquier posibilidad de interferencia entre motos y peatones".

Gallardón explicó que, en función de los resultados que se obtengan con esta experiencia piloto, "estudiaremos la posibilidad de extender esta propuesta y diseñaremos una señal vertical específica para los semáforos con doble línea de detención".

Según Gallardón, se trata de un sistema que "mejora la visibilidad de aquellos que circulan en moto y redistribuye inteligentemente los distintos tipos de vehículos que circulan por la ciudad".

El espacio destinado a las motos en los semáforos está delimitado por dos líneas de detención separadas por cuatro metros: una para motos y otra para el resto. Además, su interior, al que se accede desde el carril Bus-Taxi-Moto, estará señalizado con pictogramas de motos en los que, al igual que en el resto de señalizaciones, se ha reducido al mínimo la pintura que puede afectar a la adherencia del pavimento.

Las motos, al estar en una posición avanzada respecto al resto de vehículos, disponen de un mayor margen para realizar sus maniobras, ya sean giros, incorporaciones o desvíos, en las intersecciones que suele haber a continuación de los semáforos, porque, según el alcalde, "si bien es verdad que las motos gozan de una mayor agilidad en el tráfico urbano, también lo es que son más vulnerables y menos visibles que el resto de vehículos".