Sin embargo, esta negativa evolución de la morosidad arrancó en 1988, año en el que los morosos representaban un 2,8 por cien del total de los deudores, y se fue desarrollando hasta llegar a junio de 1993, momento en el que el 6,2 por cien de los deudores de la banca eran morosos.

Como consecuencia de ello, la banca ha ido elevando su exigencia de garantías y avales en los últimos cinco años a quienes solicitaban un crédito. Así, mienras los créditos con garantía real, principalmente hipotecaria, representaban el 18 por cien del total del crédito concedido en 1988, en junio de 1993 alcanzaba el 27 por cien del total,

La recesión económica ha provocado, asimismo, una mayor debilidad en la demanda de crédito de las empresas españolas, así como de los consumidores de nuestro país, a lo que los bancos han respondido desplazando hacia los extranjeros la concesión del crédito bancario, que aumentó un 169,4 por cien en el primer semestrede 1993.

Paralelamente, a medida que las empresas y particulares se retraían a la hora de solictar créditos, las administraciones públicas han ido invadiendo el mercado de crédito, lo que explica que la banca aumentara el crédito al sector público en un un 38,7 por cien durante esos meses del pasado año.

La concentración del crédito en los prestamos con garantía hipotecaria ha dado origen a una situación en la que, mientras el crédito al consumo se ha ido reduciendo progresivamente en los últimoscinco años, el crédito para vivienda ha seguido la tendencia contraria.

Este fenómeno ha beneficiado a las cajas de ahorro que han ido ganando cuotas de mercado en estos años al potenciarse el mercado de credito para vivienda en el que estas instituciones financieras han sido tradicionalmente más activas que los bancos.