LA MOROSDAD NETA DESCENDIO EN EL BANCO POPULAR EN 1992 LO QUE EXPLICA UN CRECIMIENTO DEL 17,8 EN LOS CREDITOS
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Lo más destacable de 1993 en el Banco Popular es la gestión de los riesgos, que ha hecho que la variación por el importe de morosos descienda en este año respecto al año anterior, ha manifestado Manuel Martín, Secretario general de la entidad.
En una reunión informativa Martín explicó que ésta es la razón por la que las inversiones crediticias del Banco Popular creciron un 17,8 por cien, ritmo notablemente superior al de la media de la banca.
Frente al argumento esgrimido por la mayoría de los bancos según el cual es peligroso crecer en la concesión de crédito en un contexto de morosidad, el secretario general del Banco Popular aportó datos sobre la morosidad en esa entidad bancaria que representa un 2,22 por cien sobre los riesgos totales mientras la media de la banca arroja un 5,77 por cien, porcentaje que se eleva considerando aisladamente las cajas de ahorro,con un 6,06 por cien.
Según tambien ha aclarado Manuel Martín, el crecimiento del beneficio neto durante 1992, que alzanzó los 54.471 millones de pesetas, y que asciende a 4.781 se ha logrado gracias al mantenimiento del margen financiero, contrariamente a la tendencia general de estrechamiento del margen.
Ese mantenimiento se ha conseguido, según Martín, con una estrategia de reasignación de los recursos de forma que las disminuciones que se han producido en el margen por variación de tipos de iterés se han compensado por la distinta distribución de empleos y recursos, así como por la variación del volumen de negocio.
La rentabilidad neta del Banco popular, banco al que distintas instituciones califican como uno de los más rentables del mundo, fue en 1992 del 27,7 sobre los recursos propios y del 2,12 sobre activos totales.
Manuel Martín manifestó a preguntas de los periodistas que no cree en una reducción de los tipos de interés a corto plazo por el Bundesbank ni que tampoco lo vaya a acer el Banco de España.
Por el contrario, expresó sus reservas sobre cualquier proceso de calma en los mercados de capitales y cambiarios, "mientras no se acelere el proceso de conformación de una moneda única". Martín consiedera un error esperar hasta 1997 para lograr esta moneda única puesto que va a ser un foco de alteraciones intermitentes en los mercados.
"Creo que debería crearse una moneda única "por decreto" aunque algunos países se quedaran fuera". De lo contrario, según Martín, las difrencias estructurales entre países y la existencia de países con fuertes desequilibrios harán que los mercados sufran oscilaciones en función de las reservas de los distintos operadres respecto de las posibilidades reales de convergencia entre los distintos países.
(SERVIMEDIA)
28 Ene 1993
JCV