El estudio también revela que, paradójicamente, la liberalización del sector de las funeraris ha redundado en una elevación de los precios.

En las ciudades en las que sólo opera una funeraria, el coste de un entierro es bastante más económico que en los lugares donde operan varias, de lo que se deduce que la liberalización del sector es "nula en algunos lugares", según "Consumer".

En general, el coste de las pompas fúnebres en los pueblos, especialmente en los de Barcelona, es más barato que en las capitales.

Otra conclusión del informe es el oscurantismo de las funerarias en sus trifas. Casi siempre presentadas de manera global y sin una explicación de los conceptos por los que se cobra.

"Consumer" también destaca la escasez de nichos y fosas en venta o en alquiler en los cementerios para los usuarios que los demandan, circunstancia que ha contribuido al auge de la incineración, que se incrementa en España cada año. Las incineraciones representan hoy el 18 por ciento del total de entierros.

La ciudad líder en cremaciones es Madrid, con un 25 por ciento anual. El servicio ás caro de incineración es el de Vitoria, que cuesta 112.000 pesetas y el más barato lo tiene Bilbao, en donde cobran menos de 27.000 pesetas.