En la sesión de control al Ejecutivo, el ministro se limitó a acusar al PP de que, cuando gobernaban adoptaron una posición de "aislamiento y confrontación" mientras que ahora, el que preside José Luis Rodríguez Zapatero apuesta por "mantener la interlocución y el diálogo con las autoridades cubanas".

El jefe de la diplomacia española recalcó que "corresponde a los cubanos decidir su futuro" por lo que no va a "comentar los cambios y las reformas" que han emprendido las autoridades cubanas.

En este sentido, el ministro indicó que espera que el proceso de reforma iniciado por Raúl Castro continúe y camine hacia la democracia en la isla.

Por contra, el senador del Partido Popular, Alejandro Muñoz-Alonso, preguntó a Moratinos sobre si "sigue considerando el Gobierno que Cuba progresa hacia la democracia tras los últimos acontecimientos producidos en la isla".

Muñoz-Alonso dijo a Moratinos que peca de "tomar los deseos por realidad" porque, a su juicio, Cuba "no va hacia adelante sino hacia atrás" y "no se avanza, sino que se está retrocediendo", y prueba de ello, apuntó, fue la dimisión de los ex ministro Carlos Lage Dávila y Felipe Pérez Roque, que reconocieron sus errores al más puro estilo soviético".