MORATINOS DEFIENDE A ZAPATERO Y ADVIERTE DE QUE NO TOLERARÁ ACUSACIONES DE ANTISEMITISMO POR CRITICAR A ISRAEL
- Reclama a la UE voluntad política "porque los europeos podemos cambiar la situación"
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El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, advirtió hoy con vehemencia de que no tolerará acusaciones de antisemistismo al Gobierno por criticar "lealmente" a las autoridades de Israel y alertarles de que su respuesta a los ataques de Hezbolá no van en la buena dirección para lograr la paz.
La situación de Oriente Próximo centró buena parte de la intervención de Moratinos en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum.
El titular de Exteriores intervino con ímpetu para responder a una pregunta formulada en el coloquio por el empresario Mauricio Hatchwell, perteneciente a la comunidad judía, que denunció el "antisemitismo" mostrado por el Gobierno español, especialmente el presidente, con gestos como fotografiarse con una "kafia" (pañuelo característico del pueblo palestino).
A la pregunta de si considera oportuno ese gesto, respondió claramente: "claro que me parece oportuno", y quitó a este gesto toda carga política con trascendencia. No por ponerse una "kipá" (tocado judío) se es más pro israelí o por ponerse una kefia se es más pro palestino, aseguró.
Tampoco se mostró de acuerdo con que ese gesto haya sido "un incendio" provocado por el presidente que debe ser extinguido por la diplomacia española. El único incendio que Rodríguez Zapatero desea apagar, dijo el ministro, es el del conflicto de Oriente Próximo.
España se considera país amigo de Israel y, como tal, "no es un favor decirle que está en la buena dirección". "Lo siento si se malinterpreta", apostilló.
Especialmente duro se mostró al responder a Hatchwell, al que advirtió de que el Gobierno no tolerará que se llame antisemita al presidente. Confundir las críticas a Israel con rechazo al pueblo judío "es el gran error que a veces muchos representantes del mundo judío cometéis".
Moratinos aseguró que las críticas de España a Israel son leales y buscan, precisamente, buscar soluciones para su propio pueblo, cuya respuesta debería ser "agradecer la preocupación y el compromiso" de España. "Que sea la última vez", le espetó, "que públicamente te expresas de esta manera".
"Claro que estamos preocupados por Israel, pero ¿Israel se siente más seguro ahora? Yo te digo que no. Desgraciadamente, las acciones unilaterales no han aportado más seguridad a Israel" e, incluso, en ocasiones "han dado alas" a grupos como Hamás o Hezbolá, al permitirles que se crean "la única resistencia" a la política de Tel Aviv.
"SÓLIDA" RELACIÓN CON TEL AVIV
Después de Hatchwell intervino en el coloquio el coordinador ejecutivo de Política Internacional de Izquierda Unida, Willy Meyer, que reclamó al Gobierno iniciativas para que el Gobierno israelí sea juzgado por crímenes de guerra, la llamada a consultas del embajador, y la congelación de los acuerdos con Israel.
Moratinos respondió a Meyer "con la misma firmeza" con la que había contestado a Hatchwell. Aseguró que la relación bilateral es sólida y que España no piensa en congelar ningún acuerdo ni en llamar a ningún embajador.
El intento de España es, muy al contrario, mantener abiertos los cauces de interlocución con todos los países de la zona, aprovechando su amistad con unos y otros.
Más allá del papel de España, Moratinos expresó su confianza en que el Consejo de Seguridad tome una "decisión clara" sobre la actual situación a partir de la premisa de que la comunidad internacional es "culpable" de esta nueva escalada de violencia por su "falta de voluntad política".
Para la participación de España en una fuerza multinacional de intervención en la frontera de Israel con Líbano, el Gobierno considera "condición 'sine qua non'" que se apruebe por el Consejo de Seguridad de la ONU. A partir de ahí, debería haber un debate interno y debería ser ratificado por el Congreso de los Diputados.
Pero Moratinos dijo también que esa voluntad política debe ser aplicada también por la Unión Europea. "Los europeos podemos cambiar la situación", manifestó, porque posee peso económico y agilidad democrática. Sólo falta, dijo, "creerse" que se puede hacer.
Moratinos apeló a las conciencias de los europeos para frenar la destrucción en Oriente Próximo, pero también al sentido común para ver las implicaciones que la crisis puede tener en la seguridad de Occidente una vez que los países árabes y musulmanes están viendo cada día las imágenes del conflicto.
"¿Es que pensamos que esto no va a afectar a la seguridad de España y de Europa? ¿Es que nos olvidamos tan rápidamente del 11- M?", preguntó Moratinos.
Lo que está en juego ahora "es mucho más que una nueva secuencia" del largo conflicto entre árabes e israelíes. Ahora hay más elementos, "nuevos actores", y la unidad de los europeos debe ser, además, eficaz.
Una de las claves, dijo a Hatchwell y a Meyer, es que los judíos que viven en Europa, como los árabes o musulmanes, se sientan representados por sus respectivos gobiernos. "Yo represento también a la comunidad judía española", aseguró, "esencial" para la vertebración social del país.
(SERVIMEDIA)
20 Jul 2006
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