Tras recorrer las casi dos horas de camino que separan Jerusalén de la frontera de Eretz, donde le estaba aguardando la ex diputada socialista y actual responsable del Proyecto Instituto Hispano-Palestino de Educación Superior, Ana Balletbó, Moratinos ha acudido a la sede del Consejo de Ministros de la ANP, donde mantuvo un encuentro con Qurey.

Al término de la reunión, el representante palestino agradeció al político español todos sus esfuerzos en favor del proceso de paz, tanto en su época de enviado de la Unión Europea (UE) a la zona, como en su actual etapa de titular de la cartera de Exteriores.

"Es para mí un día especialmente emotivo estar en Gaza", comenzó diciendo Moratinos, "en una Gaza en la que se ha producido la retirada de Israel".

El ministro admitió que quedan "pequeños problemas" que resolver entre israelíes y palestinos, como el del denominado paso de Rafá o la reconstrucción del aeropuerto de Gaza, que costó 20 millones de dólares hace doce años y que fue destruido por los israelíes.

"MOMENTO HISTORICO"

A pesar de estas cuestiones, el jefe de la diplomacia española se refirió que la región vive "un momento histórico, un punto de inflexión en lo que son décadas de enfrentamientos".

Asimismo, explicó que con su visita pretende reforzar la interlocución de la ANP, respecto a la que dijo que está construyendo un Estado que debe ser "viable, estable y pacífico, que es lo que apoyan la UE y España".

A su juicio, tras la salida de los 7.000 colonos de Gaza, "no deben producirse actos que modifiquen el 'estatus quo' del territorio", no debe haber más expansión de asentamientos ni "continuidad en la construcción del muro".

El titular de Exteriores señaló que la apertura de la Asamblea General de la ONU este mes de septiembre y la celebración en noviembre de la Conferencia Euromediterránea de Barcelona, a la que ya han confirmado su asistencia los principales líderes políticos de Oriente Medio, puede significar la apertura de "una nueva etapa en el conflicto árabe israelí".

AYUDA ESPAÑOLA

Durante su presencia en tierras palestinas, Moratinos presidirá este mediodía la ceremonia de entrega a la policía dependiente de la ANP de vehículos y material policial por valor de 10 millones de euros, que han sido comprados a empresas españolas por medio de créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).

La venta fue aprobada por el Consejo de Ministros en julio de 2004 e incluye: 1.500 equipos de protección personal (cascos, espinilleras, chalecos, escudos, etc.); 100 vehículos de patrullaje; 50 vehículos 4x4 de patrullaje y transporte; cuatro autobuses de transporte de personal; ocho vehículos de transporte de personal de policía; dos vehículos de transporte de detenidos; así como dos vehículos "lanzaaguas" y 50 motos de patrullaje.

Esta operación, más los 18 millones de euros que se van a dedicar a alimentación, infraestructuras y a fomentar la educación -especialmente de niñas en riesgo de exclusión de la educación secundaria-, forma parte del montante de 28 millones de euros que va a alcanzar este año la ayuda española a la reconstrucción palestina.

Eso supone casi el doble de los 15 millones de euros destinados a ese fin en 2004, último año de gestión del PP, según recalcan fuentes del actual Ejecutivo socialista.

El titular de Exteriores viaja acompañado de la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, quien va explicar los pormenores de toda a esta ayuda a las ONG que trabajan en la zona durante una reunión de trabajo que mantendrá con ellas en Jerusalén mañana, miércoles, mientras Moratinos se entrevista con el primer ministro israelí, Ariel Sharon.

OBJETIVOS COMERCIALES

Este encuentro con Sharon se presenta como plato fuerte de una visita con fuerte contenido simbólico -no en vano Moratinos fue durante años enviado de la UE al conflicto en la zona-, pero que también esconde poderosos intereses comerciales.

En los próximos meses, el Gobierno palestino decidirá la concesión a empresas españolas de la electrificación del ya territorio desocupado de Gaza por un importe de 33 millones de euros y queda pendiente la adjudicación de un próximo puerto que dé salida a los productos hortofrutícolas palestinos al que también optarán firmas españolas.

Fuentes oficiales admiten que la visita del ministro español a Gaza y Jerusalén pretende ser un claro "espaldarazo" al proceso de paz en la zona, que no ha hecho más que comenzar. Las mismas fuentes admiten que a pesar de la resistencia inicial de los ultraortodoxos colonos, la operación de "desenganche" ha sido "exitosa" en lo que al compromiso israelí se refiere y ahora corresponde a la ANP demostrar que domina el orden y la seguridad en sus dominios.

De ahí, señalan las fuentes consultadas, la operación de venta de material policial a la ANP y el respaldo político incesante a Abu Mazen frente a los extremistas de Hamas que intentan desestabilizar la paz tejida con escasos mimbres.

En una situación política igual de comprometida de puertas a dentro en Israel parece hallarse Ariel Sharon, con continuas amenazas de retirada de apoyo político por parte de los sectores ultraortodoxos de su partido, el derechista Likud.