En respuesta a las preguntas de los miembros de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Moratinos insistió en que el Gobierno español quiere resolver el problema del Sáhara porque tiene un compromiso histórico, pero también porque, tras el 11-M, todo el mundo es consciente de que se necesita un "Magreb moderno y unificado", y para eso es necesario solucionar el problema saharaui.

El ministro pidió al PP que no siga utilizando el Sáhara en contra de la política exterior del Gobierno español porque "hay un consenso general de cuál debe ser la política española sobre el Sáhara".

Moratinos añadió que sería más fácil apoyar las resoluciones de Naciones Unidas y no hacer más, pero lo más "arriesgado" es el compromiso del Gobierno de Zapatero de implicarse en la búsqueda de una solución a este problema.

Por último, anunció que en breve se va a reunir con el presidente del Gobierno de Marruecos para tratar el problema del Sáhara y que se volverá a reunir con los representantes del Frente Polisario, como ya lo ha hecho anteriormente, para seguir trabajando en la solución definitiva.