"El Gobierno español ha vigilado el proceso de fusión para que los acuerdos alcanzados se proyecten positivamente en la industria española, en forma de nuevas oportunidades de crecimiento, apertura a nuevos mercados y productos, y en el progreso de la internacionalización de nuestras empresas", afirmó Montilla.

El ministro señaló, durante su intervención en la junta general de la patronal siderúrgica Unesid, que aunque "las empresas siderúrgicas españolas han sabido superar con resultados muy satisfactorios los retos planteados por la globalización", la industria "debe estar preparada para el nuevo escenario internacional".

Según Montilla, este escenario se caracteriza por una desaceleración de la demanda, un ajuste de precios, un incremento del coste de la materia prima, unas exigencia medioambientales crecientes y una energía cada vez más escasa y cara.

A pesar del optimismo de Montilla, los sindicatos UGT y CCOO han expresado su inquietud por la inconcreción de los compromisos laborales e industriales de la alianza alcanzadaentre Arcelor y Mittal Steel.

Esta alianza, que ha dejado en el camino el acuerdo de fusión que Arcelor firmó con las rusa Severstal, va a dar lugar a un gigante mundial, con un potencial de producción de 100.000 toneladas y una plantilla de 320.000 trabajadores.