Fue un recurso al sarcasmo de Montilla en su intervención ante el Consell Nacional del PSC, que se reunió hoy en Barcelona para analizar el acuerdo de Estatuto con CiU y para escuchar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Un Zapatero que, por cierto, no escuchó lo dicho por Montilla, ni tampoco el discurso del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. Sí dijo, cuando llegó al mediodía a la sede del PSC, que se quedaría a comer en Barcelona "con amigos" en cuanto acabase esta sesión del Consell Nacional de los socialistas catalanes.

Fuentes socialistas aseguraron a Servimedia que el retraso en su llegada a Barcelona no tenía intencionalidad política. Es debido a una congestión que sufre Barajas por una caída del sistema informático el día de la inauguración de la nueva terminal T4, a pesar de que el presidente salió de la colindante base aérea de Torrejón de Ardoz.

Montilla mostró esta mañana su confianza en que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) apoye finalmente el Estatuto. Lanzó encendidos elogios a Pasqual Maragall -"nosotros no tenemos ninguna necesidad de escoger un candidato"- y dijo sobre el adelanto electoral que pide CiU: "pues va a ser que no".

Maragall, señaló Montilla, ha demostrado "una gran dignidad institucional suprapartidista", y ha tenido que superar "muchas deslealtades" de CiU, que no va a lograr ahora la ventaja que le podrían dar unas elecciones anticipadas en Cataluña.

El líder del PSC comenzó calentando el Consell Nacional con durísimos ataques al PP. Dijo que su presidente, Mariano Rajoy, su secretario general, Ángel Acebes, y su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, "se sitúan al margen de la legalidad" al instar, mediante recogida de firmas, una iniciativa legislativa popular que permita que todos los españoles decidan sobre el Estatuto de Cataluña.

A su juicio, "la actual cúpula del PP constituye un gran factor de inestabilidad política y social, porque actúa como una cosa altamente nociva para la democracia y la convivencia entre los diferentes pueblos de España".

MARAGALL Y LA CONDENA DEL PSC

Por su parte, el presidente de la Generalitat se preguntó en voz alta si el PSC puede estar "condenado" a ser siempre "el partido que más contribuye a la victoria del socialismo español" y a seguir siendo, sin embargo, la segunda fuerza política en el panorama autonómico catalán.

Se refería así al hecho de que el PSC en las pasadas elecciones catalanas, aun cuando finalmente pudo formar gobierno, fue superado en número de escaños por CiU.

Maragall dijo que es bueno que CiU haya alcanzado un acuerdo con Zapatero porque eso dará "estabilidad" a la política española y restará credibilidad al PP. "Cataluña no es un problema, es la solución a los problemas de España", insistió.

"Podemos jugar un papel central. Es posible hacer compatible nuestra afirmación nacional y la convivencia con el resto de los pueblos de España", concluyó.