En una entrevista que hoy publica el diario "La Vanguardia", José Sánchez señala que la Cope no es cómoda para los políticos, "ni para los que estuvieron en el poder, ni para los que están", y añade que tampoco lo es para la Iglesia, "porque no siempre es fácil mantenerla en el marco en que queremos, con personas tan libres como son los periodistas, a los que no se puede ir a contrapelo porque en seguida decís que se os censura".

Sin embargo, afirma que la ConferenciaEpiscopal no permitirá que se impongan mordazas en la cadena y añade que el único límite que consentirán es la interferencia con la libertad y los derechos de los demás, aunque matiza que no sabe si siempre se respeta ese límite.

El obispo también se refiere a las revelaciones de Luis María Anson sobre una posible conspiración contra Felipe González, señalando que se trata de una apreciación del ex director de "Abc".

Además, monseñor Sánchez se muestra convencido de que las declaraciones de Ansonno afectan a la Cope como institución, a pesar de que Anson implique en la supuesta trama a algunos de los periodistas que trabajan en la cadena.

A su juicio, una conspiración del tenor de la que denuncia Luis María Anson no pone en peligro la estabilidad del Estado. "Los medios de comunicación", explica, "con sus informaciones, ponen en peligro a los gestores de la Administración del Estado, pero éste no peligra por la información veraz. Y la realidad de los hechos no era de rositas", señala en relacón con la situación política que predominaba en los últimos años de gobierno socialista.

CRITICAS DE CATALUÑA

Respecto a las críticas que ha recibido la Cope por parte de obispos catalanes, el secretario general de la Conferencia Episcopal dice que "se equivocan algunas personas de Cataluña cuando descalifican a la Cope por anticatalana".

José Sánchez indica que en la Cope no se ejerce la crítica contra Cataluña, sino contra personas públicas y gestores de la Administración catalana.

En ese sentido, el prelado manifiesta que no tiene miedo a los nacionalismos, salvo "cuando degeneran en egoismo de región, y cuando intentan imponer sus ideas por métodos ilegítimos".

No obstante, no se pronuncia con rotundidad sobre la propuesta de crear una región pastoral catalana y se limita a opinar que prefiere "lo que me den hecho desde la Santa Sede, que es la que tiene que decir la última palabra".

Finalmente, el obispo de Sigüenza-Guadalajara se refiere a los últimos atentados terroristas ydice sobre la posibilidad de hablar con ETA que "no se debe hablar con quien no está dispuesto a escucharte, pero se puede y se debe hablar con quien está dispuesto", al tiempo que asegura no entender por qué algunos culpan a los obispos de la existencia de ETA.