"Nos preguntamos si el alto grado de accidentes laborales no será síntoma evidente, por no decir una clara expresión de una disfunción social en cuyo transforndo operan causas culturales muy determinadas y, más concretamente, una visión unilateral y reduccionista del bien del hombre y del bien común de la sociedad que configura muchos de los proyectos políticos, sociales y económicos vigentes", añade.

Para Rouco Varela, "no bastan las medidas legales y sociales para renovar la vid social y económica", porque el origen de sus problemas se encuentra en "capas más profundas".

En este sentido, considera que hay que reconocer y proteger a la familia como una "institución primaria, inconfundible e insustituible para el desarrollo de la persona y para el bien de la comunidad".